Una foto de la graduación de colegio y un rosario son los fieles compañeros de doña Florencia Novoa, mamá de Manfred Barberena Novoa, de 23 años, el joven al que mataron unos maleantes en un asalto.
Esta madre siempre lleva la foto de su hijo a todas partes, así nos lo contó en el inicio del juicio por este homicidio.
Ella junto a su esposo, Jairo Barberena, vieron por primera vez a los tres acusados de arrebatarle a su hijo menor.
Sin rencor y tranquilos, pero con toda la confianza puesta en Dios y en la justicia terrenal, es como estos padres vieron a los tres acusados del homicidio. Se trata de una mujer de apellidos Vargas Solano, de 29 años, y dos hombres apellidados Díaz Mejía, de 25 años, y Chacón Parajeles, de 24.
Este debate se lleva a cabo en la Sala 3 del Tribunal Penal de San José desde este lunes.
Los padres, además de verlos, tuvieron que escuchar la acusación por parte del Ministerio Público, en la que detallaron cómo se habría dado el crimen del muchacho, de 23 años.
“Para mí es muy duro, pero aquí hay un Dios y la Virgen Santísima. Si las pruebas los vinculan tienen que pagar la culpa aquí en la tierra y ellos son los que le van a dar cuenta a Dios, porque no importa los años que le pongan, nada me va a devolver a mi hijo”, expresó esta madre, quien solo espera la justicia terrenal.
Manfred fue atacado la noche del viernes 24 de junio del 2022, cuando regresaba de su trabajo. Él estaba en la parada de buses de Salitrillos de Montes de Oca.
De acuerdo con el fiscal Alexander Mora, los dos acusados arrojaron al suelo al muchacho y lo apuñalaron, mientras que la mujer acusada se habría apoderado del bolso que llevaba la víctima, en el que solo tenía el uniforme del trabajo y las tazas de la comida.
Él quedó gravemente herido y fue llevado al hospital Calderón Guardia, donde trataron de reconstruirle el ventrículo izquierdo del corazón. Los médicos informaron que siempre se mantuvo inconsciente.
Manfred murió el domingo 26 de junio del 2022 a las 10:19 p.m., luego de luchar por su vida en el centro médico.
Además de trabajar, el joven estudiaba Inglés y quería ser criminólogo.
La llamada más triste
El primero en declarar en este debate fue el hermano de Manfred, Muriel Barberena, quien detalló que se enteraron de la tragedia luego de que la novia de su hermano lo llamara preocupada preguntando por él.
La muchacha le dijo que este debía pasar por ella en la noche y como no lo hizo se preocupó. Luego la llamaron del hospital preguntando si conocían al joven, allí les dijeron que lo estaban operando del corazón.
La familia luego supo que en una pizzería se enteraron del ataque y fue allí donde activaron un botón de pánico para que policías Municipales de San José llegaran.
Amenaza con un gesto
Mientras esta activación se dio, algunas personas se acercaron para ayudar a Barberena y los acusados del ataque huyeron.
Durante este escape, los acusados habrían hecho con sus manos el ademán de dispararle a las personas que llegaron a auxiliar.
Así lo detalló el fiscal durante el primer día de juicio por este homicidio calificado. Él lo contó porque los testigos presenciales de este homicidio no quieren ver a los tres acusados, justo por esta amenaza con señas que les hicieron.
Mora pidió que los acusados escuchen la declaración de los testigos, pero que no los puedan ver, afirmó que es una solicitud válida ante el temor que sienten. Además de que en otras ocasiones, antes de ser detenidos, los han visto rondar San José.
“Es una solicitud válida, brindar esa protección a los testigos, los imputados van a estar dentro de la sala, cubiertos, van a escuchar lo que se está diciendo. Me parece que es una parte de lo que la administración de justicia debe procurar, así se estableció en el Código Procesal Penal, es un aspecto mínimo de no tener contacto visual para fines de mermar ese temor, ese miedo con que ellos viven desde aquel momento”, manifestó Mora.
Los jueces Ricardo Montero, Viviana Obando y Krissia Zamora serán los responsables de analizar las pruebas y dar el veredicto por este hecho que también impactó a la ciudadanía.