El Ministerio Público no afloja el pulso para que se mantengan sin cambios las condenas contra Samady Fonseca, alias la “Barbie”, y su hija Kristina Valerín, por el homicidio de Gerardo Cruz.
Esas sentencias fueron dictadas en enero de 2018.
Así lo dio a conocer la Fiscalía en el juicio de revisión de penas que se lleva a cabo en el Tribunal de Pavas y en el cual se dirá –de forma definitiva– los años de cárcel que pagarán ambas mujeres.
Lo mismo ocurrirá con Ronald Arce Barrientos y César Chaves Cerdas, condenados por contratar a las dos personas que asesinaron a Cruz; se trata de un menor de edad que se declaró culpable y otro sujeto que aún no ha sido detenido.
Gerardo Cruz falleció el 19 de noviembre de 2015.
Este nuevo debate, que se inició el viernes 15, se lleva a cabo por orden del Tribunal de Apelación de Sentencia del II Circuito Judicial de San José, el cual en julio de 2018 pidió que se hiciera una mejor justificación de la condena y se establecieran las respectivas penas.
En el juicio únicamente se definirán los años de cárcel para los involucrados, el Tribunal fue muy claro al confirmar que los cuatros son culpables por la muerte de Gerardo.
Por ese motivo la fiscala Alejandra Mora solicitó una condena de 30 años para la Barbie y de 25 años para la hija de ella y los otros dos hombres. Esas son las mismas penas que les recetaron en enero del 2018.
Por su parte, la Oficina Civil de la Víctima solicitó que los cuatro sean condenados a pagar ¢241 millones a los padres y a la hermana de Gerardo por los daños y perjuicios que les causaron con su muerte.
Gerardo Cruz fue apuñalado la noche del 7 de octubre del 2015 en Colonia Kennedy, San Sebastián, y falleció 42 días después en el hospital Calderón Guardia.
Cruz se hizo famoso por subir a las redes sociales un video sobre acoso sexual en el cual encaró a un hombre que intentó usar su celular para grabar por debajo de la falda de una joven en el centro de San José.
En cuanto al motivo del homicidio, en el primer juicio se estableció que la Barbie lo mandó a matar porque él no quiso continuar con la relación sentimental que habían tenido.