La conocida presentadora de televisión Keyla Sánchez celebrará la Navidad y las fiestas de fin de año con un peso menos encima.
La Fiscalía solicitó desestimar la causa en su contra por una presunta amenaza a una oficial de la Policía Municipal de San José.
El Ministerio Público confirmó que la solicitud para que el caso sea archivado fue presentada por la Fiscalía Adjunta del Primer Circuito Judicial de San José el jueves 5 de diciembre.
Dicha Fiscalía explicó que esto se debe a que la investigación realizada no demostró con claridad que la presentadora de “Qué buena tarde” cometiera un delito.
“La solicitud se realizó por atipicidad, es decir, porque la investigación desarrollada permitió establecer que los hechos denunciados no configuran una conducta delictiva”, indicó el Ministerio Pública por medio de un correo electrónico.
Las autoridades fueron claras al indicar que si la solicitud es aceptada por el juzgado, esto no significa que el caso quede cerrado para siempre. Puede ser reabierto en caso de que resulte necesario o que, por ejemplo, ingrese una nueva evidencia.
Marcelo Solano, director de la Policía Municipal de San José, dijo que no se referirían más al tema porque ahora están concentrados en temas de más importancia, como la seguridad de los ciudadanos en las actividades de fin de año.
“Tal y como lo manifestamos unas semanas atrás, en el último comunicado que emitió la Policía Municipal, ya no tenemos mayor comentario de lo ocurrido. Somos respetuosos de los procedimientos judiciales”, dijo Solano.
¿Qué pasó?
Los hechos que dieron pie a la denuncia contra Sánchez ocurrieron el 15 de noviembre, cuando la oficial y un compañero le bajaron las placas al carro de la mamá de Keyla por estar mal estacionado en un residencial en La Uruca, San José.
Horas después, la presentadora usó su perfil de Instagram para pedirles a sus seguidores que la ayudaran a ubicar a la uniformada pues ella misma quería “educarla”, asegurando que la oficial trató mal a su familia al momento de los hechos.
Durante la madrugada del día siguiente (16 de noviembre), la casa de la policía fue atacada a pedradas por varias personas mientras ella estaba adentro con sus hijos.
Sin establecer una relación directa entre las publicaciones de Sánchez y el ataque a la vivienda, la Policía Municipal decidió interponer la denuncia, pues presumía que una cosa dio pie a la otra.