Dos hombres de apellidos Ramírez Muñoz y Muñoz Bolandi se metieron en un broncón por cabezones, ya que la Fiscalía los investigará por irrespetar la medida sanitaria de no ingresar a las playas.
Lo peor de todo es que ambos hombres ya habían sido advertidos, pero al parecer el llamado de atención les entró por un oído y les salió por el otro.
La Fiscalía de Flagrancia de Limón detalló que Ramírez y Muñoz serán investigados por el presunto delito de desobediencia, el cual tiene una sanción que va de seis meses a tres años de cárcel.
Además, ambos jupones tendrían que pagar una multa de ¢450 mil, cada uno, por irrespetar la medida sanitaria.
El Ministerio Público señaló que este jueves le solicitaron al Tribunal de Flagrancia de Limón que les recetara arresto domiciliario a los vivazos; sin embargo, la solicitud fue rechazada y solo se les impuso no acercarse a 50 metros de la playa.
“En el procedimiento expedito de flagrancia no es posible apelar la medida cautelar, por lo que deberán cumplir lo resuelto por todo lo que dure el proceso”, explicó la Fiscalía.
Los hechos que dieron origen a este caso iniciaron el domingo 12 de abril, cuando los sospechosos llegaron a la playa de Matina, en Limón.
“Fueron notificados por el Servicio Nacional de Guardacostas que debían salir del área, ante las disposiciones ordenadas por el Ministerio de Salud para evitar la propagación del COVID-19”.
La advertencia de los oficiales no espantó del todo a los cabezones, quienes decidieron jugársela de nuevo e ingresaron este jueves a escondidas a la playa, donde una vez más fueron sorprendidos por las autoridades.