Una vida en la que la mayor parte del tiempo estaba sin límites es la que en apariencia llevaba el bailarín nicaragüense de apellidos Herrera Martínez, acusado de matar a la doctora María Luisa Cedeño Quesada.
Así lo describió Raquel Navarro, supervisora del restaurante La Mansión Inn en Manuel Antonio de Quepos, donde encontraron a la doctora sin vida.
“Él era muy fiestero, tenía una moto, pasaba todo el día de fiesta y llegaba al día siguiente. Iba a Dominical (de fiesta). También me invitaba a fiestas en Manuel Antonio, pero nunca fui”, señaló al dar su testimonio en el juicio que se lleva por el vil homicidio de la doctora.
Navarro señaló que tuvieron una relación laboral y de amistad.
Aseguró que incluso Herrera Martínez consumía drogas, sin embargo desconoce cuáles tomaba.
Durante su declaración tanto Navarro como el nicaragüense Herrera Martínez comenzaron a llorar de un momento a otro, cuando ella daba detalles y Herrera solo la escuchaba.
La testigo recordó que en muchas ocasiones Herrera le dijo que no creía en Dios y que en ocasiones le asustaban sus actitudes.
“Me impactaba mucho que él me decía que no creía en Dios, para mí era extraño. Cuando él estaba mal asustaba lo que hablaba, lo que decía. Sentía que tenía un poco de dolor”, manifestó la joven.
También señaló que Herrera decía ser bisexual.
“Lo que él decía era que a él le gustaban los dos (bisexual), le gustaba tanto los hombres como las mujeres, pero que le gustaban más los hombres”.
“A veces hablaba como una persona homosexual lo hace, tenía muchos rasgos”, indicó la testigo.
Andaba en ropa interior
Además la testigo recordó que Herrera pasaba mucho en el apartamento de Bodaan y que incluso andaba en ropa interior.
Nunca vio si Bodaan, el esposo de este de nombre Danilo, y Herrera mantuvieran una relación entre los tres.
“Nunca los vi pero vacilaban de cosas y me parecía que sí porque entre ellos tres se paseaban sin camisa y ropa interior... Como tenían inclinaciones sexuales del mismo género”, indicó.
También aseguró que en el hotel decían que los hombres que contrataban para el hotel se decían que tenían la costumbre de decir: que los ‘contratan por las puertas de atrás’, para estar en el apartamento de Bodaan.
Desacuerdo que fuera bartender
Mencionó que Herrera Martínez trabajó en el hotel como bartender y aunque lo hacía bien y además no hubo quejas de su trabajo con las personas que atendía, sí las hubo en cuanto a su actitud con los compañeros de trabajo y además porque movía o tiraba cosas.
“Yo no estaba de acuerdo que estuviera a cargo del bar”, manifestó la testigo.
Indicó que incluso hicieron una carta que la firmaron todos para informar a Bodaan de la forma de actuar de Herrera, sin embargo Bodaan los llamó a uno por uno y todos los compañeros se quitaron.
“Hicimos una carta sobre las actitudes de él y todos la firmamos, pero nos llamaron a cada uno de los que firmamos por separado y muchos dijeron que se sintieron presionados, que los hicieron firmar”.
“Yo sentía que a (nombre) Bodaan le tenía mucho cariño, (nombre) Herrera era muy atento con él (Bodaan) y a él le di mi opinión, le dije que creía que (Herrera) era un mal agradecido, usted (Bodaan) le ayuda, y ¿qué hace (nombre) Herrera?”, manifestó la testigo.
También señaló que Herrera era quien más ayudaba a Bodaan y quizás esa era la carga que el empresario sentía hacia el bailarín.
La testigo señaló que Herrera también amaba mucho los animales.
“En el hotel había dos peceras y él se encargaba de alimentarlos”, dijo la testigo.
Además recordó que cuando Herrera estaba en su sano juicio, era bueno con los compañeros de trabajo incluso recordó cuando una vez ella llevó al hotel a su hija y Herrera le llevó una tacita de helados para la menor.
Durante la estadía de la doctora Cedeño nunca vio que Herrera Martínez estuviera cerca de ella.
La doctora Cedeño fue hallada sin vida en este hotel el 20 de julio del 2020.