La crecida del río Cañas, a consecuencia de las intensas lluvias de este viernes, causó estragos en Aserrí afectando decenas de viviendas y negocios, como por ejemplo el de dos conocidas tamaleras ubicadas muy cerca del cauce.
Uno de los negocios más afectados fue la tamalera “Flor de Aserrí”, en el sector de Salitrillos, donde una cabeza de agua dañó parte del terreno y de pasó se llevó una tapia.
“Estábamos aquí lavando y se vino una cabeza de agua que se llevó todo lo que encontró. Se nos llevó una parte del terreno, se trajo abajo unas tapias que estaban en la parte de atrás de la tamalera, por donde estaban unos tanques”, contó doña Sonia Cerdas, dueña de la tamalera.
Cerdas contó que el agua pasó en medio de donde tenían las pailas para los tamales, dejando a su paso un barreal que este sábado todavía estaban limpiando con ayuda de algunos colaboradores.
“El río estaba muy crecido y cuando se oyó fue una explosión donde venía todo para abajo, y (el agua) levantó todo lo que encontraba”, añadió la señora.
Doña Sonia dijo que gran parte de la propiedad fue afectada por la inundación y además perdieron algunos artefactos como un molino eléctrico y unas romas, pero afortunadamente no hubo pérdidas humanas que lamentar.
Si usted desea ayudar a doña Sonia y a su familia comprándoles unas piñas de tamales puede contactarlos al teléfono 2230-3939.
Nunca antes visto
Doña Teresa Bejarano, de la tamalera José Corrales, también ubicada en Aserrí, contó que ellos sufrieron daños en la parte donde guardaban la leña para cocinar los tamales.
“Ayer empezó a llover muy fuerte, fue algo muy extraño porque las gotas caían como muy duro y en cuestión de veinte minutos vimos el río demasiado crecido. Yo he vivido 56 años aquí y nunca había visto ese río así como estuvo ayer”.
“Tuvimos que salir porque en ese río las piedras retumbaban”
— Teresa Bejarano, de la tamalera José Corrales.
Bejarano dijo que aunque los daños no fueron tan grandes, sí vivieron momentos de mucha angustia, pues no sabían hasta dónde iba a llegar el río.
“Cuando fui a la parte de abajo donde termina la fábrica y vi cómo entraba el agua era algo espantoso, me entró un terror horrible”.
Si usted desea colaborar con doña Teresa y su familia también puede comprarles tamales al teléfono 2500-0826.