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Ericka López es una de las afectadas por el colapso de unas viviendas ocurrido en el precario Pueblo Nuevo en Guararí, Heredia.
Ella afirmó a La Teja que por esa propiedad pagó ₡1.600.000, hace unos cinco años.
Ericka es mamá soltera de tres menores de edad y es una de las personas que amaneció en el albergue del salón comunal Bernardo Benavides en San Francisco de Heredia.
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“Tenemos casi cinco años de vivir ahí, compramos, ahí nadie nos regaló, no invadimos, nosotros compramos por un monto muy alto que todavía, lastimosamente, seguimos pagando la deuda que hicimos”, dijo la afectada.
Señaló que durante este lunes, entre las 11 de la mañana y el mediodía, escucharon un estruendo.
“Teníamos esa noción que se iba a derrumbar, pero nadie imaginó que iba a hacer el mismo día, la arena se iba cayendo”, expresó la afectada.
Agregó que solo les dio tiempo de salir de la casa y no pudieron salvar ninguna pertenencia.
Menciona que la propiedad puede seguir deslizándose y teme que otras familias también puedan perder los ranchos construidos.
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La familia de ella la integran 11 adultos y seis menores de edad con edades entre los 15 años y 7 años.
