Miguel Ángel Mora Amador, de 26 años y vecino de San Vito de Coto Brus, en la zona sur, era el principal proveedor de su casa.
Él se ganaba la vida como peón, pero el lunes 1 de junio de este 2020, después del trabajo, fue mordido por una terciopelo en la pierna derecha y tras de eso, le entró una bacteria por la herida que le afectó los tendones y las articulaciones, por lo que no volverá a caminar, a menos que se apoye con unas muletas.
Doña Ana Amador, mamá del muchacho, contó que esta lamentable situación ocurrió cerca de donde viven, en Los Pioneros, en San Vito.
“Siempre fui madre soltera, gracias a Dios tenemos una casita propia y él (Miguel Ángel) era el que traía la principal ayuda para la casa, él se metió por un charral para cortar camino y llegar más rápido a la casa, pero allí fue mordido, ese día no llegó a la casa y nos enteramos lo que le había pasado luego de que nos llamaran del hospital”, mencionó la mamá.
Agregó que su hijo estuvo internado 25 días y le hicieron dos cirugías y fue en el centro médico donde se le pegó la bacteria que le complicó la recuperación.
“A mi hijo le dijeron que no hay nada que hacer, le dieron dos opciones, amputarle la pierna o que se la dejara, él prefirió que se la dejaran, pero siempre tienen que hacerle curaciones, todos los días hay que llevarlo al hospital, no nos dan servicio de ambulancia, debemos pagar taxi y son cuatro mil colones para ir y venir, la situación se ha complicado mucho”, mencionó la mamá.
Miguel Ángel esta recibiendo terapia sicológica para que trate de aceptar que no caminará como lo hacía antes.
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Doña Ana quiere que su hijo tenga las mejores condiciones, pero realmente sin la entrada de él, la pasan muy mal.
“Le prestaron unas muletas, que están un poquito viejas, pero sirven, pero tiene la pierna muy hinchada y no sabemos si algún día puede recuperar su vida normal”, expresó Amador.