Dania López y Anderson Gallo, papás de una niña de 6 años, viven una doble preocupación ya que, además de perderlo todo en las inundaciones provocadas por la tormenta Julia, no saben si tendrán platica para pagar el alquiler de la casa, la cual no saben en qué estado está tras la emergencia.
Ellos llevan 26 años viviendo en Puerto Cortés y cada año sufren por las inundaciones. Anderson Gallo considera que las construcciones en esta zona no están hechas para resistir ante esas emergencias.
Esta familia espera que la pesadilla acabe pronto, por mientras está albergada en el Liceo Pacífico Sur, donde hay 54 personas.
Dania ve el futuro con optimismo y, aunque sabe que se les acerca el pago de la casa, dice no sentirse triste.
Anderson se levantará temprano este lunes para ir a trabajar en construcción.