Thyra Jossette Quirós Jiménez, de 29 años, era una joven madre a quien le arrebataron su vida cuando en apariencia solo intentaba dejar la relación sentimental en la que estaba.
El sospechoso de su muerte es un hombre de apellidos Ortiz González, de 27 años, acusado de matarla y además de dejar el cuerpo en el baño de la casa que alquilaban, en Los Maderos de Guápiles.
La familia de Thyra verá por primera vez cara a cara a este sujeto, pues la pareja tenía un mes de estar viviendo junta y solo lo habían visto por videollamada.
Adriana Quirós, hermana de la joven, afirma que con solo ver la foto del sospechoso se le revuelve desde el estómago hasta los sentimientos, no sabe qué pasará cuando lo tenga de frente.
“Aún no sé cómo voy a reaccionar cuando vea a ese hombre”, manifestó Adriana.
Los allegados lo tendrán que ver en el Tribunal Penal de Pococí, donde se llevará a cabo el juicio por femicidio, programado para los días jueves 16 y viernes 17 de mayo, iniciando a las 8 a.m.
De acuerdo con la oficina de prensa del Poder Judicial, esperan 10 testigos que darán su declaración sobre este caso que ocurrió en agosto del 2023.
Thyra era mamá de dos niños y ellos están a cargo de sus abuelitas maternas.
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Era como una hija
Para Adriana, Thyra era como si fuera una hija, pues ellas perdieron a su mamá siendo niñas, ya que falleció de cáncer a las 37 años.
“Recuerdo que cuando mami estaba estaba enferma, siempre me decía que cuidara de Thyra y de otro hermanito porque eran los menores.
“A ella yo la regañaba como si fuera una hija mía, recuerdo que cuando estuve embarazada de mi hija mayor, quien ahora tiene 13 años, fue Thyra la que me ayudó durante la cuarentena, estuvo siempre conmigo y hasta le enseñó a mi hija a caminar”, recordó Adriana.
Afirma que no hay día que no le duela el daño que le hicieron a su hermana y a toda la familia.
“Lo que pasó con ella no me ha dejado de doler, todos los días me duele, hasta estoy con una psicóloga porque me ha afectado mucho.
“Hay días en las que no lo creo, aún no asimilo que ella no está y menos en la forma tan cruel en la que ese hombre le quitó la vida, porque tras de que hizo lo que hizo, la tuvo encerrada cinco días y nos prohibió despedirnos de ella, de despedirnos aunque sea en una caja y poder verla una vez más”, manifestó.
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Escondía cosas
Thyra era de Guácimo y tenía un mes de haberse ido para Guápiles y fue allí donde conoció a Ortiz, en un principio la trató muy bien y hasta compraron electrodomésticos para la casa en la que vivían.
Adriana llegó a saber de él porque Thyra todos los días le escribía, le mencionó sobre Ortiz y le dijo que la trataba muy bien; sin embargo, en cuestión de días supo que su hermana solo le contaba algunas cosas y otras, como los problemas, se los reservaba, seguro para no preocuparla, cree la hermana.
“Lo vi unas tres veces por videollamada, mi hermana tenía dos meses de vivir en Guápiles, tenía un mes de vivir con él y el mes que duró juntada me llamaba y me ponía mensajes todos los días.
“El último día que hablé con ella fue el 10 de agosto del 2023, desde la mañana hasta las 10:23 de la noche, cuando no volvió a contestar los mensajes, ese día desde las nueve de la mañana me estaba llamando porque era el cumpleaños de mi hija mayor y la quería mucho.
“Pero yo sabía que días antes él había agarrado un puñal y la había intentado cortar en la pantorrilla, ella le quitó el cuchillo y lo había cortado a él, yo le había dicho que eso no estaba bien, que lo dejara porque la iba a terminar matando”, recordó.
Los peores temores se convirtieron en realidad.
“Ese 10 de agosto ella me dijo que lo iba a dejar, porque era celoso. Cuando ya pude ver la escena de donde ocurrió todo, hay una cobija como cuando uno agarra todo lo envuelve y es como para irse, así parece que quedaron las cosas de mi hermana”, describió Adriana.
El cadáver de Thyra fue encontrado el lunes 14 de agosto, luego de que la propia familia de Ortiz lo entregara a las autoridades al confesarles el crimen.
La mañana del lunes, el acusado llegó hasta la vivienda y le dijo al dueño de la propiedad que al mediodía le iba a estar desocupando la casa; sin embargo, salió y no regresó más.