Un reciente cumpleaños y fechas importantes como el último Año Nuevo y la Navidad, han sido momentos difíciles para una familia vecina de Guácimo, Limón, cuyos miembros desconocen el paradero de uno de sus integrantes de nombre Emerson Hernández Ramírez
El muchacho cumplió sus 24 años el pasado 1 de marzo y sus allegados no le pudieron desear un feliz cumpleaños, porque no saben nada de él desde el 23 de diciembre del 2023.
Esta situación los ha llevado a unir esfuerzos para reunir y ofrecer una recompensa de ¢1 millón para la persona que sea capaz de llevarlos junto a su ser querido.
Así lo confirmó Hashly Hernández, hermana de Emerson.
“Es un esfuerzo de toda la familia, porque no hemos tenido ninguna noticia de él, es muy raro porque él no tuvo ningún tipo de amenaza, ningún problema con nadie, entonces nosotros nos preguntamos, ¿cómo se puede perder una persona así, nadie vio nada, no saben sabe nada?, señaló.
Agregó que lo han intentado llamar y el celular solo timbra, pero nadie contesta.
Salió y nunca más regresó
Emerson desapareció luego de recibir una llamada y decir que saldría para reunirse con un amigo.
“Mi hermano desapareció la noche del 23 de diciembre, él recibió una llamada y dijo que era un amigo, que iba a salir, se fue en la moto y desde ahí no volvimos a saber de él, lo hemos llamado pero el teléfono da tono y nadie nos contesta”, manifestó la hermana.
Sostuvo que la moto tenía un GPS, al cual ella tenía acceso, pero este dejó de funcionar una hora después de que él salió, sin embargo la familia se percató de eso hasta el día siguiente al ver que no llegaba.
La moto apareció una semana después de su desaparición en La Selva de Guácimo, pero no había evidencias de Emerson; desde entonces ha sido una angustia no saber dónde y cómo se encuentra.
El caso fue denunciado en el OIJ, que se encargó de difundir su imagen y solicitar ayuda para dar con el muchacho.
LEA MÁS: Desesperado papá lleva casi cuatro meses de buscar a su hijo
Desconocen que tuviera problemas
Hashly afirma que su hermano no tenía un trabajo estable, él vivía con una tía materna y contaba con el apoyo de su hermana y de la mamá, que viven fuera de Costa Rica, así como del papá que vive en Guácimo.
“Él no tenía un trabajo fijo, lo que hacía era ser ayudante en construcción de un tío y también recogía chatarra”, manifestó la hermana.
Si usted ha visto al muchacho o tiene información de lo que le pasó llame al 800 8000 645 del OIJ.