El juicio por el homicidio del oficial de Fuerza Pública Fernando Calderón Aguilar, de 57 años, tuvo un final muy amargo para la familia, ya que el hombre que fue declarado culpable no pondrá ni un solo pie en la cárcel.
Se trata de Rafael Navarro Trejos, quien este miércoles fue condenado por el Tribunal Penal de Cartago a seis años de arresto domiciliario con el uso de tobillera electrónica por los delitos de homicidio simple y hurto simple.
En caso de incumplir las medidas sería enviado de un solo al tabo.
El hijo de Navarro, de 20 años, también fue acusado por el homicidio, ocurrido el 18 de setiembre de 2017 en Agua Caliente de Cartago, sin embargo, los jueces lo dejaron en libertad pues consideraron que no tuvo una participación directa en el ataque.
Chivísimas
Esta sentencia no cayó nada bien entre los familiares de Calderón, quienes de inmediato mostraron su malestar, incluso uno de ellos se puso de pie y empezó a gritar: “sigan matando”, mientras que otra mujer tuvo que ser calmada por los oficiales de seguridad pues encaró al padre y a su hijo.
“Muy mal hecho por los jueces, a mi hermano lo mataron como a un perro. Él (Trejos) va a estar seis años normal como todos, es una injusticia. Hay que hacer justicia en esta vida y vamos a apelar, vamos a hacer lo imposible por hundirlo”, indicó José Humberto Calderón Aguilar.
“Ellos se conocían desde hace tiempo, no como él (Trejos) decía, que fue el miso día que ocurrió todo. Ellos le estaban sacando plata a mi hermano, esto no va a quedar así, esperábamos una sentencia alta porque a mi hermano le metieron veinte puñaladas, botellazos y lo amarraron”, dijo María Mercedes Calderón, hermana del fallecido.
La familia del oficial esperaba a que a padre e hijo les recetaran 45 años de prisión tal y como lo había solicitado la Fiscalía, por eso la resolución les cayó como un baldazo de agua fría.
Creyeron en sus palabras
Durante el juicio, Trejos contó que él fue a la casa de Calderón porque este lo contrató para pintar unas paredes y poner cerámica, pero el policía lo encerró y le hizo insinuaciones sexuales.
“Me dijo que quería con conmigo y que si no era a la buena, sería a la mala y sacó un cuchillo, yo lo ataqué con otro”, dijo Trejos.
Esta declaración fue vital para que los jueces decidieran darle una condena muy por debajo a la que fue solicitada por el Ministerio Público.
“El Tribunal le está dando credibilidad a la versión que usted contó de los hechos, porque no existe ningún elemento de prueba objetiva más que suposiciones de que usted realizara los actos diferentes a como usted los narró”, dijo el juez Edwin Reyes.
En cuanto al hijo de Trejos, el juez dijo que este se mantuvo en todo momento fuera de la casa y que incluso le pidió a un vecino que llamara a la Policía pues algo extraño pasaba, lo que lo hizo considerar que él no sabía qué estaba sucediendo.