Francisco Fonseca Jiménez, de 66 años, es un pescador que desapareció desde la tarde del martes 7 de enero anterior en el río Tempisque, en Cañas Dulces de Liberia, Guanacaste.
Sus familiares perdieron la fe de encontrarlo vivo, y ahora solo se esfuerzan por dar con su cuerpo y así despedirlo como todas las personas lo merecen.
Maritza Fonseca, familiar de “Fran” o de “El Enano”, como le llamaban de cariño, señaló que en ese río hay muchos cocodrilos y temen que haya sido atacado por uno de estos.
“Guardé las esperanzas de que él estuviera vivo y volviera, pero ya son más de nueve días, lo que le digo a la familia es que hay que aceptar la voluntad de Dios, resignarnos y que Dios nos regrese el cuerpo para darle santa sepultura, porque creer que él está vivo es muy difícil, ahí hay muchos cocodrilos”, manifestó Maritza.
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La pasión de Francisco era pescar y todos los martes se internaba en el río; la última vez que lo vieron fue con uno de sus hermanos, de nombre Luis, quien le habría gritado que no cruzara; sin embargo, en cuestión de segundos ocurrió la tragedia.
“Él era pensionado y trabajó mucho tiempo en una hacienda de nombre La Cueva. Siempre le gustó pescar, ellos (Francisco y Luis) iban a cruzar el río, pero estaba un poco hondo, Luis dice que le gritaba que no cruzara, pero solo vio cuando Fran se fue hacia atrás y algo lo jaló y lo hundió”, expresó Maritza.
Ella es sobrina de Francisco; no obstante, crecieron juntos y se veían como hermanos. Añadió que Luis y la mamá de ella fueron los últimos en verlo.
“Mi mamá estaba barriendo el frente de la casa y dice que lo vio salir, hablaron un poquito y luego se despidieron sin saber que no volvería más”, dijo con tristeza Maritza.
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Pescador desaparecido será buscado con buzos
Ellos son vecinos del barrio Las Delicias de Liberia, Guanacaste. Maritza agradece a la comunidad porque se ha unido para buscar a don Francisco.
“Hemos tenido un apoyo incondicional; las personas que viven en estos lados, en nuestro barrio y los de las comunidades de Guadalupe, Buenos Aires, El Gallo, Cañas Dulces y otros barrios se han unido para no dejarnos solos. Estamos muy agradecidos porque este dolor no lo hemos llevado solos”, comentó Maritza.
Incluso, mencionó que los lugareños se esfuerzan para llevar buzos y que puedan unirse al rastreo.
“Solo esperamos pronto salir de esta angustia, siempre estaremos agradecidos por el apoyo incondicional, confiamos que pronto le daremos un adiós”, aseguró.
La Cruz Roja dio por finalizada la búsqueda del pescador el lunes 13 de enero; sin embargo, la familia agradece a los vecinos, quienes no se han dado por vencidos en seguir rastreando.
Incertidumbre por otros desaparecidos
En Guanacaste hay otras dos personas que desaparecieron en accidentes acuáticos y que las autoridades dan por fallecidos, aunque sus cuerpos no han aparecido.
Se trata de Jaikel Campos Vargas, de 31 años, quien estaba pescando junto con un primo en playa Marbella, en Santa Cruz de Guanacaste. Los dos hombres quedaron aislados en una playa rocosa por la crecida de la marea y, en ese momento, Jaikel fue arrastrado por la corriente. La tragedia ocurrió el 10 de noviembre del 2024.
Daniela Escobar Salas, de 30 años, fue vista por última vez la noche del martes 15 de octubre anterior cuando estuvo en un bar. Ella salió en medio de un aguacero y el último recorrido que hizo, antes de llegar a un paso que lleva a playa Sámara, quedó grabado en cámaras de seguridad. Ese día llovía mucho y el mar estaba con corrientes altas.
En esta primera quincena del 2025 han muerto 10 personas en accidentes acuáticos, siete de los fallecimientos han ocurrido en ríos: en Sarapiquí fallecieron dos hombres, en Aserrí otros dos, también en Turrialba, San José y Cariari; dos fallecidos en las playas Pelada en Guanacaste y Caldera en Puntarenas; además otra persona en una piscina en Puriscal.
Las autoridades piden no bajar la guardia, sobre todo porque se está en periodo de vacaciones y las emergencias pueden aumentar.