EscucharMario Calzada y Gabriela Valverde, papás del universitario Marco Calzada, asesinado el sábado en el barrio Chino, contestaron la carta que el presidente de la República, Rodrigo Chaves, les envió luego del atroz crimen.
Los valientes padres le pidieron al mandatario que los ayude a “impulsar una corriente de amor y reconciliación”.
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En la carta le contaron que ellos, junto a sus otras dos hijas (hermanas menores de Marco), son una familia misionera y Marco formaba parte de esa misma fe.
Precisamente, eso los había llevado a tomar la decisión de cambiar de casa, irse Rohrmoser para vivir en Los Guido, en Desamparados, donde tienen un proyecto de amor dirigido a los más pequeños, para que crezcan en mejores condiciones. Una idea que se reforzó tras la dura pérdida de Marco.
“Nosotros somos una familia misionera, pertenecemos a una comunidad que se llama Ignis Mundi, de la que Marco también formaba parte vitalmente. Junto con él y nuestras hijas nos estábamos trasladando a vivir a Los Guido para apoyar la misión que allí estamos realizando, decisión que por supuesto no solo mantenemos, sino que ahora reforzamos.
“Esta misión está orientada en que los jóvenes envueltos en un entorno de vulnerabilidad sean amados desde la infancia, dotados de estabilidad y las oportunidades necesarias para que nunca tengan que sumergirse en violencia”, dice el escrito.
Los padres comentaron que el amor es el fuego que ilumina el mundo y es el único capaz de vencer de raíz la violencia, el odio y la injusticia.
“Nos gustaría pedirle que nos ayudase a que la muerte de Marco sirva para dar luz a nuestro pueblo costarricense. El amor a nuestra patria y, más allá, al mundo entero, nos llama a reforzar el mensaje que, muy espontáneamente, el Espíritu Santo nos inspiró en el funeral de nuestro hijo: la repuesta a la raíz de la violencia es el amor y el servicio a las personas que nacen y viven en condiciones de vulnerabilidad”, le escribieron al presidente.
Flores en sitio de agonía
Marco murió cerca del barrio Chino, en San José, donde cinco desalmados (tres menores y dos adultos) lo apuñalaron, pese a que él nunca puso resistencia. Eso fue el sábado 2 de julio anterior, luego de compartir con sus amigos por su cumpleaños.
El muchacho de 19 años vio cuando sus atacantes huían y luego falleció en este mismo sector, este miércoles varias personas dejaron flores e imágenes de la Virgen como una muestra de solidaridad y cariño por este atroz ataque que mantiene conmocionado al país.
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Este miércoles se entregaron tres personas más, dos adultos de apellidos Rojas (al parecer son hermanos) y un adolescente de 17, quienes se unen a los otros dos sospechosos de 14 y 16 años.
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