Familia de joven que murió por supuesta bala policial está cansada de esperar justicia y esto hará

La familia y amigos de Ariel Mauricio Arauz Alvarado, 24 años, saldrán este domingo a marchar para pedir justicia por la muerte del joven, ellos aseguran que llevan dos años y medio esperando aunque sea una audiencia.

Ariel falleció luego de recibir un balazo que salió de un arma policial durante la quema de judas el 16 de abril del 2022, en barrio Las Terrazas, en San Rafael de Heredia.

Marilyn Alvarado, mamá de Ariel, nos contó que la actividad se llama Pasacalles Justicia para Ariel y se realizará en San Rafael de Heredia, a las 11 a. m. el domingo 13 de octubre, ellos van a salir de la municipalidad y van a llegar hasta el quiosco del parque.

“Vamos familiares de Ariel, llevamos carteles, algunos llevamos camisetas con fotos, también un amigo de Ariel que le hizo una canción nos va a acompañar, llevamos un DJ, también a Pili, y a Humberto Vargas, y otros artistas de la comunidad que nos están apoyando”, dijo la mamá.

Doña Marilyn asegura que ella y sus familiares agradecen mucho el apoyo de quienes quieran sumarse y también esperan que familiares de otras víctimas que también estén esperando justicia lleguen para que el grito sea aún más sonoro.

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“Sabemos que hay montones de familias que están como nosotros, cansadas de ver que no se hace nada por los casos de nuestros hijos, no hay justicia”, expresa la señora.

Ella al principio iba constantemente al OIJ para saber cómo iba el caso de su hijo, pero ahora ya no hay avances, ni siquiera han realizado una primera audiencia.

“Nosotros buscamos que se haga justicia, que nos den respuestas, porque necesitamos cerrar el duelo, la muerte de mi hijo ha sido duro, pero esto ha sido doblemente difícil”, añade la mamá.

Ella asegura que su hijo era un muchacho bueno, emprendedor, dueño de una página virtual que aún existe y en la que venden ropa de segunda.

Su hijo era soltero y ocho meses antes de que murió, se había independizado.

“Ese día (16 de abril del 2022) Ariel estaba en la casa de él, hablamos como a las 9 p. m. porque él tenía que ir a dejar una ropa que vendió que iba para Guanacaste, estaba jugando play, en el barrio es tradición que quemen a Judas, ese día había adultos mayores y niños, él salió y se fue y se sentó cerca de donde estaban otros amigos en unas gradas”, relató.

Unos minutos antes hubo un incidente ahí mismo en que una patrulla de la policía municipal atropelló a un muchacho.

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“Los policías venían de Bajo Los Molinos, que hubo unos disturbios, y cuando llegaron se escudaron en una esquina, las personas que estaban ahí dicen que escucharon que hubo unos disparos, pero creyeron que eran balas de salva, a la par de mi hijo había un niño, dicen que Ariel se levantó y ya estaba herido, caminó y a los 25 metros cayó”, recuerda.

Los vecinos, al verlo herido, lo subieron en un carro particular y lo llevaron al Hospital San Vicente de Paúl, donde falleció.

Una prima fue la que avisó a la familia, pero cuando llegaron ya no había nada que hacer. La bala le entró por un costado del cuerpo, atravesó el pulmón y llegó al corazón, por lo que fue fulminante.

“Las autoridades lograron determinar de cuál arma salió la bala que hirió y mató a mi hijo, pero no ha pasado nada, se identificó al oficial, pero nadie dice nada, y hay días en los que yo lloro mucho, porque esto nos ha cambiado la vida, a mí me duele ver que hay otros casos que se resuelven más rápido y fueron después del caso de mi hijo y es por eso que vamos a alzar la voz”, advirtió.

A la familia le indigna que nadie sabe la razón por la que Ariel fue herido, y los policías dispararon, ya que aseguran que no había disturbios ni problemas en la comunidad en ese momento. Aunque las autoridades habían indicado que ese día les tiraron piedras.

Doña Marilyn nos contó que su hijo cantaba rap y tenía la meta de grabar un disco.

Sus otros dos hijos le dan fuerza y la acompañan, pero para todos en la casa es duro, ellos tienen a la perrita de Ariel, que se llama Nicky, y la cuidan con mucho amor.

“Yo siempre le digo a Dios: ‘Dios mío, dame fuerza y dame paciencia’; yo me voy a quedar tranquila hasta que ya yo cierre este ciclo y pueda decir que se hizo algo por mi hijo”.

La Teja consultó a la Fiscalía en qué estado se encuentra este caso, sin embargo, al cierre de la nota no había respuesta.