El atroz homicidio de Eleise Jarrett Montesino, de 23 años, y de una adolescente de apellido Herrera, lamentablemente sigue siendo un caso sin resolver.
Ellos viajaban en una buseta propiedad de la familia de Xito, como le llamaban de cariño al muchacho, cuando fueron emboscados, les dispararon y luego los quemaron, esto en La Leona de Pacuarito, en Siquirres de Limón.
Oficialmente se desconoce el porqué los mataron, tampoco han dado con los responsables del espantoso hecho ocurrido la noche del lunes 8 de noviembre del 2021. Los cuerpos de Xito y de la adolescente fueron encontrados al día siguiente.
Jacqueline Jarrett, hermana de Eleise, asegura que nadie del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ni de la Fiscalía los han contactado durante estos más de dos años y prefieren dejar todo en manos de la justicia divina, aunque siempre tienen la incertidumbre de saber la razones de la muerte de su ser querido.
“Nunca interpusimos una denuncia y las autoridades tampoco nos contactaron, en un principio preguntamos (se refiere del caso), después dejamos todo ahí, para no estar mortificando a mi mamá con ese dolor, no sabemos nada de la investigación”, expresó Jacqueline.
Menciona que el dolor siempre está; sin embargo, han puesto todo en manos de Dios y eso es lo que les ha permitido seguir adelante.
“Vamos a la iglesia y siempre dejamos todo en manos de Dios para que tome el control. Algún día nos daremos cuenta quiénes fueron los responsables, no podemos juzgar ni señalar a nadie porque no sabemos quiénes fueron, hubo un video en el que se veía a una persona en moto, pero su cara va tapada con el casco y no se logra reconocer nada”, comentó la hermana.
Asegura que en Siquirres, de donde son vecinos, hubo especulaciones de las razones del ataque, pero no creen ninguna porque solo las autoridades judiciales podrían determinar las causas.
“Las personas decían muchas cosas, pero siempre hay inventos. Mi hermano nunca nos dijo si tenía algún problema, si algo lo agobiaba, no sabemos por qué nos hicieron este daño”, expresa la hermana, quien agrega que tampoco saben si fue que los confundieron.
El cuerpo de Xito quedó afuera de la buseta, al parecer, él habría intentado pedir ayuda, la familia pudo reconocerlo por la contextura del cuerpo, los dreads que tenía en el cabello y los brackets.
“No lo pudimos velar, pero sí lo sepultamos, su cuerpo lo reconocimos”, señaló la hermana.
La Teja le consultó al OIJ sobre este caso y señalaron que el caso se mantiene bajo investigación.
“La subdelegación regional de Siquirres del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) se mantiene realizando diferentes diligencias de investigación sobre este caso y remitió un informe al Ministerio Público sobre las acciones que se han realizado, de momento, como el caso se mantiene en investigación y según lo estipulado en el artículo 295 del Código Procesal Penal, no se pueden brindar mayores detalles”, respondieron mediante un correo electrónico.
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Dos duros golpes
Xito llevaba en el brazo derecho un tatuaje con el nombre de un hermano, que se llamaba Kenneth, tenía 25 años y era oficial de la Fuerza Pública, él murió atropellado cuando andaba caminando durante un día libre en Siquirres, el conductor del vehículo se dio a la fuga. Ese accidente ocurrió el 26 de agosto del 2017.
El chofer que habría provocado la muerte supuestamente se falleció al tiempo, Jacqueline afirma que se enteraron cuando se preparaban para un posible juicio, por lo que el caso también quedó sin justicia terrenal.
Estas dos muertes los han golpeado y tratan de vivir sin rencor, solo con el recuerdo de lo que Xito y Kenneth les dejaron en vida, pues nunca les conocieron problemas y ambos fueron atentos con sus allegados.