“Caso cerrado” es lo que dice el final del expediente judicial por el homicidio de Kendall Ricardo Myrie Barrantes, un joven de 17 años, que asesinaron por error en Alajuelita, San José.

Así lo confirmó a La Teja doña Rosa Portuguez, abuelita materna del muchacho; afirmó que a su hija, la mamá del joven, le entregaron el expediente y le habrían dicho que el caso quedó sin resolver.

“Que no tenían pruebas de nada, eso fue lo que nos dijeron. Todo lo dejamos en manos de Dios, uno no puede hacer nada.

“Mi hija fue al OIJ y le dieron el expediente, ahí decía que el caso estaba cerrado”, exclamó doña Rosa.

Este medio le consultó al OIJ, por medio de la oficina de prensa judicial el 19 de marzo, por los avances de la investigación o si en efecto este hecho de violencia quedó cerrado, señalaron que el 8 de junio del 2023 le remitieron un informe a la Fiscalía.

Se le consultó a la Fiscalía de Hatillo y en efecto señalaron que el informe policial emitido por el OIJ no reportaba indicios.

“Por esa razón, el despacho dictó una resolución de archivo fiscal”, señalaron en el Ministerio Público.

Agregaron que el caso podría reabrirse si se logra identificar a la persona imputada.

Doloroso Día del Amor

A Kendall le arrebataron la vida hace un año y un mes, la noche del 14 de febrero del 2023, cuando regresaba de su trabajo en un taller mecánico de motos.

Él estaba por entrar a su casa, justamente al frente de la entrada principal en la urbanización Tiribí, en las cercanías de la escuela Ciudadelas Unidas, en Alajuelita, cuando fue atacado a balazos, todo ocurrió en cuestión de segundos, los lugareños solo escucharon los disparos.

Los tiros los recibió en la cara, el pecho y la axila derecha, le provocaron la muerte de inmediato; en apariencia, a él lo confundieron, ya que no tenía antecedentes, tampoco era de vicios, la pasión del joven eran los deportes, la mecánica y estudiar.

Kendall estaba recién se había graduado como bachiller de colegio y soñaba con ser Ingeniero en Sistemas, además jugaba voleibol con el equipo del Comité Cantonal de Deportes y Recreación de Alajuelita.

En medio del dolor de saber que no hubo responsables, la familia prefiere refugiarse en Dios y pedir para que ningún otro inocente muera por culpa de la violencia en Costa Rica.

“Con tantas personas que han matado, no van a buscar culpables en uno con el montón de casos que tienen, la justicia en este país es muy difícil y ¿qué puede hacer uno?”, expresó la abuela del joven.

LEA MÁS: Ataque a balazos apagó la vida de Kendall Myrie, quien soñaba con ser ingeniero de sistemas

Abuela conserva algunas camisas

Doña Rosa manifestó que ha recibido atención sicológica debido al duro golpe de perder a su nieto y sobre todo al saber que era un muchacho de bien.

“Somos creyentes y con el estudio de la Biblia y el apoyo de la congregación hemos ido sobrellevando esto, esto lo digo por mi esposo y yo, con mi hija es otra cosa porque ella es la mamá, es muy difícil aceptar lo que pasó”, dijo esta madre y abuelita.

Ella conserva algunas pertenencias de su nieto que las guarda como un tesoro porque la llevan a recordarlo, pese a que poco a poco ha aceptado su muerte, más no la forma en la que se los quitaron.

“Conservo muchas cosas de él, las camisetas del colegio y varias cosillas como la ropa que utilizaba en el taller”.

La abuelita dijo que cuando muchas personas celebran el Día del Amor, ellos están sufriendo porque les hace falta un integrante de la familia que estaba construyendo su futuro para bien.

“He aceptado su muerte, aunque me da rabia saber que le hicieron el daño a él, una persona que no se metía con nadie, él era del taller a la casa o al colegio, pero decidí dejar todo en manos de Dios”, concluyó la abuelita.

Kendall fue incinerado y sus cenizas fueron sepultadas.