Yendry Castro García, de 34 años, siempre le dijo a su familia cómo quería que la despidieran si ella fallecía y sus seres queridos cumplirán su última petición, tal cual ella lo pidió.
Ella es la mamá de Matheo, el niño de 6 años que sobrevivió a 15 horas solo en la montaña de Páramo de Pérez Zeledón.
Fernanda Castro, hermana de Yendry, le comentó a La Teja que ella se está encargando de esa solicitud, además le realizarán una misa en El Roble de Puntarenas, de donde es oriunda la familia.
“Mi hermana quería que le hicieran una cremación, entonces eso es lo que se está procediendo, porque ella en vida ya lo había especificado y es en lo que ando”, contó la familiar.
Ellas son las únicas dos hijas de la familia Castro, Yendry era la mayor y siempre fue esa guía para su hermana Fernanda, quien en medio del dolor de la pérdida se queda con todo lo bueno que dejó Yen, como muchos la llamaban de cariño.
“Mi hermana era una persona bastante alegre, amable, creo que no por nada hay tantas publicaciones en redes sociales, era muy fácil de querer.
“Era esa típica persona que da hasta lo que no tiene por los demás, amante de su trabajo, para muestra donde trabajaba, en esos lugares (se refiere al ser comunidades de difícil acceso)”, dijo la hermana.
Señaló que Yendry daba clases en dos escuelas en Pérez Zeledón, situación que la llevó a vivir en esa zona desde hacía cuatro años.
“Ella venían de trabajar cuando pasó el accidente y se puede observar cómo es el camino por donde venía, ella amaba su profesión de maestra de educación y le encantaban los niños”, recordó Fernanda.
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Matheo es un pequeño con trastorno del espectro autista (TEA) y su hermana Yendry siempre estuvo para el pequeñito, ella además de ser la mamá, era quien le daba clases y lo ayudó para que él se comunicara de una mejor manera.
“Es bastante complicado el caso de Matheito porque él ha tenido como problemas de lenguaje, ha tenido que pasar por terapias ocupacionales y en todo ese proceso la que estuvo siempre para él fue mi hermana y no porque el papá no estuviera con él, sino por la distancia, porque el papá trabaja en Liberia y ellos (mamá e hijo) vivían en Pérez Zeledón, entonces sí era como bastante complicado, de hecho acá en Puntarenas era el punto medio donde normalmente ellos venían y el papá venía y se encontraban acá”, señaló Fernanda.
Yendry daba clases en las mañanas en la escuela de Santa Eduviges y en las tardes en la escuela de Santa Lucía, que era de donde regresaba cuando ocurrió el accidente.