Un expolicía de apellidos Martínez Hernández es investigado por el Ministerio Público y la Policía de Control Fiscal (PCF) como sospechoso de vender cigarros, guaro y pólvora de contrabando en dos minisúper de su propiedad.
Martínez es un viejo conocido de las autoridades, pues ya había sido investigado por hechos similares, incluso, en enero de este año uno de sus locales fue allanado y dentro de este encontraron cigarrillos de contrabando escondidos debajo de un piso de madera.
“Nosotros mantenemos la investigación abierta desde el año pasado y en realidad es un sujeto que es reincidente del presunto delito de contrabando y por eso estamos complementando la investigación inicial con esta segunda intervención”, dijo Melissa Rodríguez, subdirectora de la PCF.
La mañana de este jueves la Policía de Control Fiscal allanó los dos comercios del exuniformado, ubicados en el distrito Merced de San José, así como tres casas, dos en La Carpio y la tercera en Puriscal.
Rodríguez explicó que de momento el caso no tiene relación con el tema del metanol, pues la adulteración de licor investigada es asociada con que el contenido de las botellas no coincide con el etiquetado.
“Son licores extranjeros que tenemos que verificar a nivel del Ministerio de Salud. Dentro del proceso de investigación se saca un muestreo para análisis, pero de momento no se ha detectado metanol”, añadió.
Las autoridades informaron que durante los allanamiento se logró decomisar ¢40 millones, más de un millón de cigarrillos, 5134 botellas de distintos licores y 8000 cajetillas de fósforos.
A lo anterior se suman una buseta, un uniforme completo de la Fuerza Pública, tres pistolas y varios cargadores y municiones.
El Ministerio Público informó que Martínez no quedó detenido, pero sí es investigado por el presunto delito de contrabando.