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El excura Mauricio Víquez, acusado de cometer delitos sexuales en perjuicio de menores de edad, seguirá encerrado en el Centro de Atención Institucional (CAI) de Pérez Zeledón hasta marzo del 2022.
Esto debido a que el Tribunal Penal de Desamparados rechazó la solicitud presentada por su abogado, Rafael Rodríguez, para que se le cambiara la medida cautelar de prisión preventiva por otra en la que no tuviera que estar en la cárcel.
Así lo dio a conocer Rodolfo Alvarado, abogado de las presuntas víctimas de Víquez, quien aseguró que el Tribunal tomó dicha decisión durante una audiencia que se realizó la mañana de este lunes 15 de noviembre.
La defensa del exsacerdote alegó ante los jueces que las condiciones del caso habían cambiado debido a que tres de las cuatro denuncias contra Víquez estaban prescritas, por lo consideraban que se le debía cambiar la medida cautelar para siguiera apegado al proceso sin necesidad de permanecer en prisión.
“El Tribunal escuchó tanto la exposición de la defensa del imputado como a este servidor en representación de las víctimas, que nos opusimos abierta y vehementemente a cualquier cambio de medida cautelar, tomando en consideración la posibilidad inminente de fuga del padre Víquez, que ya se materializó hace aproximadamente dos años cuando este caso estaba iniciando”, señaló Alvarado.
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El abogado de las presuntas víctimas dijo que la decisión tomada por los jueces fue la correcta, pues aún no se ha definido del todo si esas tres causas serán consideradas como prescritas, pues él presentó una apelación ante el Tribunal de Apelación de Goicoechea, la cual todavía no ha sido resuelta.
El Ministerio Público acusó a Víquez de 64 delitos sexuales en perjuicio de cuatro hombres cuando estos eran menores de edad; sin embargo, por el tema de las causas prescritas, de momento solo tendrá que responder por cinco delitos: dos de abuso sexual agravado, dos de violación agravada y una por corrupción agravada.
Los hechos que se le atribuyen a Víquez habrían ocurrido entre 1993 y 1996, cuando era párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Pilar, en Tres Ríos de La Unión, y de la parroquia San Juan Bautista, en Patarrá de Desamparados.
Víquez salió del país el 7 de enero del 2019, luego de enterarse de la denuncia penal que un hombre de apellido Alvarado presentó en su contra por supuestos abusos contra él cuando era menor de edad.
El 18 de agosto del 2019 fue capturado por las autoridades mexicanas en San Nicolás de los Garza, Monterrey, en el estado de Nuevo León, y luego de permanecer un año y nueves meses detenido en México fue extraditado a Costa Rica el pasado jueves 6 de mayo.
