Un exagente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), de apellidos Torres Zúñiga, se entregó a las autoridades a raíz de una investigación que se lleva en su contra por ser, en apariencia, el soplón que alertaba a un grupo criminal para que no fuera detenido.
Así lo dio a conocer el Ministerio Público, el cual indicó que Torres fue detenido este miércoles tras presentarse de forma voluntaria ante la Sección de Asaltos del OIJ, donde se le investiga por los presuntos delitos de robo agravado y cohecho propio.
En una audiencia realizada este miércoles, la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos consiguió que el Juzgado Penal de Atenas ordenara medidas cautelares de prohibición para salir del país y firmar una vez al mes contra el exagente.
De acuerdo con la investigación, Torres habría brindado información policial a una organización criminal dedicada a realizar asaltos y hurtos de contenedores trasladados por camiones en carreteras, cuya operación se detectó entre febrero del 2018 y febrero del 2020.
“En ese periodo, Torres se desempeñaba como agente de la Sección de Recolección de Información Policial (URIP), por lo que, dentro de su labor, colaboraba con vigilancias y seguimientos de la organización criminal”, añadió la Fiscalía.
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Un rol vital
En cuanto al modo de operar de la banda, según la investigación, sus miembros interceptaban camiones y usando armas de fuego amenazaban al conductor para amordazarlo y dejarlo abandonado en carretera. Luego, remolcaban el contenedor con otro cabezal y lo trasladaban a predios donde lo ocultaban.
Se cree que Torres mantenía contacto con el líder del grupo criminal, de apellidos Vargas Marín, a quien le informaba cuando agentes judiciales realizaban vigilancias en los sitios donde guardaban los contenedores para que no llegaran a estos lugares a sacar la mercadería.
“Además, le habría informado de los seguimientos que el OIJ hacía de los miembros de la organización”, comentó el Ministerio Público.
Como nada es gratis en esta vida, en apariencia el exagente facilitó una cuenta bancaria de su suegro para que Vargas le depositara el dinero como pago por la venta de la información que le facilitaba.
“En 2020, el imputado renunció a su puesto en el OIJ e ingresó como investigador en una empresa de seguridad privada, la cual le brinda servicios a una cadena de supermercados que ha sido victima de robos de contenedores, por lo que se presume, en grado de probabilidad, que el investigado podría haber reiterado su conducta de brindar información sensible a miembros del grupo criminal”, añadió la Fiscalía.