Luego de luchar por su vida por más de una semana, Diego Arrieta Rojas, el estudiante de aviación que se estrelló con una avioneta en Paquera, Puntarenas, terminó por perder la batalla.
La triste noticia fue confirmada a La Teja por Selenia Rojas, tía de Diego, quien dijo que el muchacho, de 23 años, falleció a la medianoche del sábado en el Hospital México, donde estuvo internado desde el viernes 13 de marzo, día en el que ocurrió el accidente.
El fatal hecho ocurrió luego de que Arrieta despegó con la avioneta TI-AGV de una pista en Tambor, Puntarenas, para dirigirse hacia Pavas, pero en medio del recorrido la aeronave perdió potencia y Diego intentó hacer un aterrizaje de emergencia y se estrelló.
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Rojas contó que el gran sueño de su sobrino era convertirse en piloto y estaba cerca de lograrlo, pues solo le faltaban cuatro horas de vuelo para obtener la licencia como piloto privado.
Sin embargo, los aviones no eran la única pasión de Diego, al joven también le encantaba la música, por eso es que desde hace cuatro años formaba parte del conocido grupo La Selección, donde tocaba la trompeta.
Robin Lawson, integrante de la banda, contó que la muerte de Arrieta fue un golpe muy duro para todos, pues ellos mantenían la esperanza de que el joven saliera adelante de esta prueba tan difícil.
“Esto días atrás antes estuvimos pidiéndole a Dios por él, teníamos una luz de esperanza porque el papá nos dijo que Dieguito ya había abierto los ojitos, la esperanza de nosotros era que él se lograra reponer”, dijo Lawson.
Luchador y determinado
Robin contó que todos en la banda le tenían mucho cariño a Diego, sobre todo porque era el más chiquillo del grupo; sin embargo, destacó que pese a su corta edad, Arrieta siempre se mostró como una persona muy madura y con metas muy claras.
“De él solo tengo cosas buenas que decir, era un compañero excelente, una persona luchadora, incansable y con sus metas bien definidas, siempre buscando lo mejor”
“También lo recuerdo como un excelente hijo, muy cariñoso con sus padres y como una persona muy estricta y exigente consigo mismo”, añadió.
Entre todos los recuerdos bonitos que guarda de Diego, Lawson destacó las conversaciones que tenían cuando se dirigían hacia algún show, pues ellos dos siempre se sentaban adelante en la buseta, Arrieta era su compañero inseparable en esos viajes.
Talento innato
Además de recordarlo como un gran muchacho, Robin describió a Arrieta como un artista, pues el joven tenía una facilidad increíble para tocar la trompeta.
“Como músico era un talentazo innato, era un prodigio, él en los ensayos siempre buscaba que fuera excelente, era muchacho con demasiado talento”, mencionó.
Lawson contó que Diego empezó a estudiar aviación hace un año y en todo momento se mostró muy ilusionado por cumplir ese sueño, por eso es que siempre se esforzaba por ahorrar platita para pagarse las clases de vuelo.
“Él siempre nos decía que estaba muy contento y que ya había avanzado mucho, que el sueño de él no era solo volar avioneta, sino que deseaba pilotear aviones en una aerolínea de las más grandes”, añadió.
Al igual que la familia de Arrieta, el grupo La Selección estuvo sufriendo desde el día en el que se enteraron del accidente, pues todos deseaban visitar a Diego, pero sabían que era algo imposible por la situación que se vive en el país debido al coronavirus.
Enredo con póliza
Desde que Diego fue hospitalizado su familia vivió una gran angustia debido a un supuesto enredo con la póliza del Instituto Aeronáutico Centroamericano (IACA), donde él estudiaba, pues aparentemente el monto activado no alcanzaba ni para pasarlo al Hospital del Trauma del INS.
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Al consultar a la empresa sobre esto, su representante legal, Carlos Lanzas, explicó que todo se debía a que en la póliza del INS no se incluía el término “estudiante de aviación”, por lo que la institución activó el montó más bajo por el concepto de “tripulación”, lo que no es correcto, pues Arrieta no trabajaba para ellos.
Según el abogado, el instituto pide el monto más alto del seguro, que son ₡155 millones porque Arrieta era un pasajero.
“A la hora de suscribir dicha póliza se estaba en el entendido que el término estudiante se interpretaba en el rubro de la póliza de “pasajero”, siendo que el estudiante paga por horas vuelo, de ahí que sea el monto más alto de la póliza suscrita (₡155.378.250), ya que es el bien jurídico más alto a tutelar por parte de mi representada”, explicó Lanzas.
Al consultar al INS sobre estos términos de la póliza y cómo estaban manejando el caso, la oficina de comunicación indicó que no podía brindar más información, pues era confidencial.
“Requeriríamos para estos efectos la solicitud expresa del asegurado (IACA) suscrita por su representante y la documentación que lo acredite, para poder facilitar dicha información”.
Ahora con el fallecimiento del joven no se tiene certeza de cómo se resolverá toda esta situación.