Seis de los siete hombres asesinados en la masacre de este miércoles en Limón fueron hincados alrededor del carro en el que viajaban y cada uno recibió balazos en la cabeza, el pecho y los brazos.

El director del OIJ, Wálter Espinoza, reveló cómo se dio el sangriento hecho y los avances de la investigación.

El jefe policial comentó que, a las 10:30 de la mañana del miércoles, ellos recibieron la alerta de que se estaba dando una balacera en la finca Los Pintos, en La Bomba de Limón, por lo que ellos enviaron varias unidades. Al llegar, casi de manera inmediata, se toparon con las patrullas de la Fuerza Pública.

“Se ingresa a la finca y a 500 metros de la puerta principal se encuentra un carro y a su alrededor seis personas fallecidas, la impresión inicial indicó que murieron por disparos de armas de fuego”, narró Espinoza.

Esas seis personas fueron identificada como Leonardo Bonilla Pérez, de 39 años; Danny Hernández Fernández, de 46 años y alias Ratón; Alejandro Salazar López, de 26; Michael Kelly Davis, de 29; Royandy Cook Beckford, de 21, y Diván Michel Bustos, de 34.

De ellos, Bonilla, Salazar y Hernández, este último considerado por las autoridades como muy peligroso, habían sido investigados por drogas.

Michel aparentemente era el guardaespaldas de Ratón. Ambos enfrentaron un juicio por un doble homicidio en Pacuare de Limón ocurrido en junio del 2015, pero fueron absueltos por duda.

Además, a 75 metros de donde estaban los seis fallecidos, se encontró el cuerpo de José Bernardo Montoya Arias, de 51 años. Este último fue encontrado en una cabaña en construcción y también tenía heridas de bala. En ese sitio, las autoridades encontraron evidencia importante.

El miércoles se dijo que esta víctima no tenía nada que ver con el problema, pero las autoridades no lo han confirmado pues aseguraron que están perfilando a las víctimas.

La Teja intentó conversar con sus familiares, pero un joven, quien no se identificó, aseguró que estaban muy afectados y que por el momento no iban a dar declaraciones.

“Los seis cuerpos alrededor del carro fueron sometidos a una ejecución, todos con heridas en la cabeza, el pecho y piernas, recibieron entre 16 y 18 disparos, igual que el que estaba dentro de la casa”, explicó Espinoza.

Cayeron cuatro

Luego, los oficiales recibieron la alerta de que en un carro de color rojo iban los sospechosos, por lo que se montó un operativo para detenerlos. Las patrullas se los toparon de frente, cerca de la localidad llamada New Castle, y el vehículo se estrelló contra la góndola de una vagoneta. Ahí detuvieron a dos sospechosos, un venezolano y un tico, el extranjero andaba un arma AR15.

Tiempos después los agentes arrestaron a dos sospechosos más, dos venezolanos que iban caminando tranquilamente por Westfalia. Ellos antes estuvieron en una vivienda en Beverly de Limón en la que se cambiaron de ropa, la cual escondieron en ese sitio. Este jueves el OIJ allanó dicha casa y halló evidencia importante, como un arma AK-47.

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El detenido costarricense es de apellidos Arias Solano, de 34 años. Los venezolanos son apellidados Pantoja Jiménez, de 28 años; Zapata Díaz de 23 años, y Duarte Tovar, de 35 años.

Espinoza aseguró que les llama mucho la atención que entre los detenidos haya personas de nacionalidad venezolana, pues eso no es tan común. Ellos creen que están dentro de una estructura criminal, probablemente relacionada con temas de narcotráfico, por lo que creen que el móvil de los asesinatos es un posible ajuste de cuentas la venta de drogas.

La vendieron

Las autoridades judiciales tienen pendiente la captura de al menos un sospechoso más. Aunque trascendió que la situación se dio por un tumbonazo por droga, esa versión no ha sido confirmada por las autoridades.

Según contó un vecino de la finca, los dueños la habían vendido hace algún tiempo. Esta pertenecía al exdiputado de Limón Rodrigo Pinto Rawson, que estuvo en el periodo 2010-2014, él la usaban para turismo pues llegaban muchos extranjeros a hacer canopy, pero después de un tiempo cerraron el negocio y la vendieron.

La propiedad sería ahora de un amigo de “Ratón” de apellido Picado y, al parecer, los hombres asesinados andaban con frecuencia por ese sitio. Las autoridades explicaron que el dueño aparentemente ha sido investigado, pero no detallaron los delitos.

Otras masacres

La masacre más reciente había ocurrido el 26 de octubre del año pasado, cuando fueron asesinadas seis personas en Buenos Aires de Puntarenas, en un aparente asalto en una finca.

La madrugada del 13 de abril del 2019, siete personas fueron asesinadas en un incendio en La Carpio.

Además, en Cieneguita de Limón, cinco personas fallecieron durante una balacera en la playa, en octubre del 2016.