Los bichos roba carros la vieron fea durante los primeros dos meses de este año ya que gracias a las acciones de los cuerpos policiales no pudieron “levantarse” tantos chuzos como lo hicieron en el mismo periodo del 2018.
De acuerdo con el Ministerio de Seguridad Público, en enero y febrero de este 2019 se registraron 657 casos de robos de vehículos en todo el país, 223 menos que los que fueron denunciados en esos mismos meses de 2018 (880 casos), lo que representa una reducción del 23,5%.
“Si alguien quisiera interpretar que estos casos menos podrían ser porque las personas no desean denunciar, les puedo decir que habitualmente en el robo de vehículos la cifra negra (casos no denunciados) es bajísima, entonces 223 casos menos es un logro importante a reconocer”, destacó Michael Soto, ministro de Seguridad Pública.
Esta información forma parte de un informe presentado este jueves por el ministro Soto para dar a conocer una disminución en los delitos contra la propiedad en comparación a los mismo meses del año pasado.
Según el estudio de Seguridad Pública, en el primer bimestre de 2018 hubo 9.625 denuncias por delitos, mientras que en el mismo periodo, pero de este año, los casos bajaron a 8.539.
“Con estos resultados confirmamos que estamos haciendo un país más seguro, con una continua disminución en los delitos que más afectan a los costarricenses”, declaró Soto.
A la baja
Otro de los delitos contra la propiedad que también tuvo una disminución importante fue la tacha de vehículos, pues pasó de 910 casos en (enero y febrero) del 2018 a 715, es decir, 195 denuncias menos.
Los asaltos también vienen a la baja ya que pasaron de 2505 denuncias recibidas a 2248, situación que también ocurrió con los robos a viviendas, que disminuyeron en 131 casos.
A nivel de provincias las principales reducciones de delitos a la propiedad se registraron en San José, Alajuela y Puntarenas con 313, 237 y 131 denuncias menos, respectivamente.
Soto explicó que estas disminuciones se vienen dando desde el año pasado gracias a los megaoperativos, que permitieron centrar las labores de los policías en las zonas en las cuales estos delitos ocurren con mayor frecuencia.