Una vecina de La Carpio, en La Uruca, fue testigo de la desgarradora confesión que hizo una mujer minutos antes de morir atrapada dentro de una cuartería que estaba siendo destruida por un voraz incendio.
Esa vecina, cuya identidad no trascendió, no pudo hacer nada por salvar a la mujer, por lo que cargada de dolor tuvo que ver como ella y otras seis personas, entre estas dos menores de edad, fallecieron a consecuencia de ese terrible incendio, ocurrido el sábado 13 de abril del 2019.
Don Henry Morales, instructor en la Academia del Cuerpo de Bomberos, fue quien entrevistó a esa vecina, pues en aquel momento él era investigador de Ingeniería de Bomberos; es decir, uno de los encargados de determinar qué había causado el fuego.
“Definitivamente, yo creo que es uno de los incendios más duros que me tocó atender como investigador de incendios”.
— Henry Morales, exinvestigador de Bomberos.
Morales recuerda muy bien ese caso, pues además de ser uno de los últimos incendios que atendió como investigador, también ha sido una de las tragedias por fuego en la que más personas han perdido la vida.
Las víctimas de ese siniestro fueron el dueño de la cuartería, Orlando León Castillo, de 75 años; José Rafael Pérez Sánchez, de 62; Grace Molina Fernández, de 50; Inesilia del Socorro Lara Carmona, de 31; Melany Chamorro Molina, de 23. Los otros dos fallecidos fueron una niña de 3 años, hija de Lara Carmona; y un menor de 2 años.
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Tragedia en la madrugada
El incendio, que se convirtió en una de las tragedias más dolorosas ocurridas en La Carpio, ocurrió a las 3:54 a.m. del 13 de abril de 2019; específicamente, en una cuartería de dos pisos ubicada entre la primera y segunda parada.
Don Henry mencionó que cuando los bomberos llegaron el fuego ya se había apoderado de todo el frente de la cuartería, y las llamas amenazaban con alcanzar otra estructura de dos pisos, en la que estaban una tienda de ropa americana y una iglesia.
Los bomberos lograron contener las llamas y evitar su avance, pero lamentablemente, no lograron rescatar a las personas que estaban dentro de la cuartería, pues en la única entrada es donde estaba la mayor carga de fuego.
“Las imágenes eran muy duras, porque algunas de las personas murieron solo por temperatura, no tenían quemaduras graves, sino que murieron por exposición al calor. Sus cuerpos estaban muy afectados por la temperatura del aire”, detalló.
En la parte alta de la estructura frontal se ubicó un cuerpo, mientras que en la otra parte de la cuartería estaban los otros seis cadáveres, cuatro en la planta baja y dos en la alta.
Otros lograron huir
En medio de esa tragedia ocurrió un milagro, pues Morales contó que otras siete personas que estaban dentro de la cuartería (dos hombres y cinco mujeres, entre estas tres menores de edad), lograron escapar de las llamas.
“En la segunda planta de la estructura, que estaba construida con láminas de hierro galvanizado, en la esquina noroeste lograron abrir un agujero y por ahí salieron a la calle que pasaba por detrás de la estructura. Eso fue un gran hecho, que esas siete personas hayan logrado escapar”.
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Morales recordó que dos de las víctimas mortales estuvieron a punto de escapar, pues el cuerpo de una mujer y un niño quedaron a escasos dos metros del agujero que los otros usaron para salir de esa trampa mortal.
Entrevista reveló doloroso momento
Don Henry explicó que su trabajo como investigador se inició a eso de las 7:30 a.m. de ese mismo día, cuando él y una compañera se presentaron a la escena para tomar fotografías y hacer entrevistas. Por tratarse de un caso con víctimas mortales, el mando era llevado por el Organismo de Investigación Judicial.
Durante esas labores fue que don Henry escuchó el desgarrador testimonio de la vecina, que escuchó las últimas palabras de Grace Molina Fernández, antes de que esta muriera.
“Una de las vecinas nos contó, textualmente, esto: ‘Le dije a mami que se estaba quemando la casa de don Orlando, ya cuando salimos el fuego se había pasado al frente muy rápido. Yo llamé a Grace y le dije que saliera, pero solo me dijo mi nombre’. Esta muchacha Grace le dijo a la vecina: ‘Sé que me voy a morir aquí’, saber eso fue muy rudo”, detalló Morales.
Otro de los testimonios recabados por los investigadores de Bomberos es el de otra vecina, quien relató los esfuerzos que se hicieron por tratar de ayudar a las personas de la cuartería.
“Escuché un ruido en el techo y le dije a mi esposo, él se asomó por la ventana y vio un humo en la calle. Cuando salimos, ya había un humarascal en la cochera de la casa de don Orlando. Dimos la voz de alerta y le gritamos a la gente para que saliera, pero de pronto, el fuego tomó mucha fuerza y salía a la calle. Por más agua que le tiraron los vecinos, no pudieron apagarlo”, contó otra vecina.
No fue un accidente
Pese a que el caso era manejado por el OIJ, debido a las muertes de los residentes, el Cuerpo de Bomberos tenía la labor de colaborar en la labor de determinar qué había provocado el fuego.
Don Henry recordó que en esa ocasión contaron con la participación de la Sección de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios, así como de un perro entrenado, de nombre Kiara.
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“Cuando llegamos al lado de la cochera del frente, el perro empezó a detectar combustibles líquidos de petróleo. Resulta que ahí había una microbús, por lo que pensamos que el rastro podía originarse de ahí, pero al final el perro hizo un total de seis marcas”.
Tras detectar las muestras encontradas por el can, el siguiente paso era determinar si había una fuente de emisión que hubiese provocado el incendio como, por ejemplo, un aparato eléctrico, pero los especialistas llegaron a la conclusión de que no había nada cerca que pudiese haber causado las llamas.
“Por lo tanto, las marcas que quedaron en esa parte de la cochera y las que quedaron en la microbús nos dicen a nosotros que el incendio tiene características de provocado”, destacó Morales.
Sospechoso nunca apareció
El OIJ confirmó lo dicho por Morales, de que el incendio fue provocado; incluso, señalaron que el sospechoso de desatar ese infierno fue un nicaragüense, de 55 años, quien, al parecer, era la pareja sentimental de Inesilia del Socorro Lara Carmona.
Según la información dada por la Policía Judicial tras el incendio, en apariencia, tras una discusión con su pareja ese sujeto habría rociado un líquido acelerante en la vivienda y tras salir de esta le prendió fuego.
Pese a que las autoridades contaban con esa información, la falta de pruebas impidió judicializar el caso y se presume que el sujeto habría huido del país.
La Teja consultó al Ministerio Público el estado actual del caso y con su respuesta, prácticamente, dieron por un hecho que nunca se resolverá.
“En respuesta a su solicitud, la Fiscalía Adjunta de San José informó que el caso de su interés se tramitó bajo la causa 19-010688-0042-PE, la cual fue remitida al Juzgado Penal con solicitud de desestimación”.
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Don Henry piensa que la persona que provocó ese incendio jamás tuvo la intención de quitarle la vida a alguien, pues para él es imposible que alguien pueda ser capaz de semejante maldad.
“Yo asumo de que la persona creyó que la gente iba a poder salir, pero él no se dio cuenta, no vio las consecuencias de que estaba tapando la única salida de ese lugar”, dijo Morales.
Este medio también consultó al OIJ sobre la investigación de este caso, pero al momento de la publicación de esta nota solo se indicó que la consulta estaba en trámite.