Las estafas telefónicas han aumentado en los últimos años y esto en parte se debe a que los maleantes se han aprovechando de lo buena gente que es el tico, al que le da vergüenza colgar el teléfono o simplemente decirles que no.
Según datos del OIJ, en el 2018 se registraron 2.795 denuncias por estafas; en el 2019 la cifra aumentó a 3.594 y hasta el 31 de octubre de este año se contabilizan 4.898. O sea, los bichos hacen fiesta.
Ante esta situación, la Cámara de Bancos e Instituciones Financieras, el Banco Central de Costa Rica, el Ministerio de Seguridad, la Fiscalía y el OIJ, unieron esfuerzos para lanzar una campaña de prevención que dará inicio este 23 de noviembre.
“Con la pandemia del covid-19, el tema de las estafas se ha incrementado, porque los delincuentes utilizan nuevas modalidades para tratar de engañar a la población”, dijo Bernardo Alfaro, presidente de la junta directiva de la Cámara de Bancos.
La campaña iniciará con una primera etapa de información en la que todas las instituciones mencionadas brindaran documentos con recomendaciones y medidas de seguridad a las personas.
Delincuentes pellizcados
Walter Espinoza, director del OIJ, explicó que la gente debe estar bien informadas para no dejarse engañar por los maleantes, pues estos son muy pellizcados y siempre andan viendo de que situación pueden aprovecharse, como por ejemplo la pandemia.
Espinoza agregó que las personas deben estar más atentas que nunca, pues diciembre es el mes preferido de los estafadores, debido a la entrega del aguinaldo, los excedentes y los ahorros navideños.
Los fraude más usados son: el timo del premio, las llamadas de supuesto funcionario bancario y del falso funcionario de Hacienda, las compras por Internet, la falsa actualización de firma digital y actualización de datos bancarios.
Platita no vuelve
Emilia Navas, fiscala general, explicó que uno de los mayores problemas con este tipo de estafas es que muy pocas veces la víctima logra recobrar el dinero que le sacaron de su cuenta.
“Este tipo de fraudes son tan rápidos y el dinero se mueve con tanta facilidad entre cuentas que es muy difícil que sean recuperados y la única manera de que no lo sustraigan es no dando información”, añadió.
Navas dijo que todas las personas son responsables de informarse sobre estas estafas, pues la información es la única herramienta para defenderse.
“Estas personas son muy astutas y saben cuándo llamar y qué decir para aprovecharse de la víctima. La población es sumamente confiada y sumamente respetuosa, tanto que le da da vergüenza colgar un teléfono o decir que no”.