Robin James McPherson es un estadounidense que se escapó de la justicia de su país en el 2001 y se vino a esconder en Costa Rica, donde habría cometido una millonaria estafa en contra de sus propios compatriotas.
Desde el 2019, el FBI empezó a recibir denuncias de personas que habían depositado grandes sumas de dólares a una cuenta bancaria en Oregón, dinero con el que supuestamente se construirían unas villas turísticas en el parque Carara, en Garabito, pero nunca se construyeron y la plata nunca la recuperaron.
Conforme avanzaron con la investigación descubrieron que, en apariencia, era James McPherson quien estaba detrás de este chanchullo millonario, pues a él le habrían depositado $1,2 millones (poco más de 800 millones de colones).
El norteamericano era conocido por el FBI ya que era buscado desde hacía dos décadas, pues fue declarado culpable por evasión de impuestos en un juicio en California.
En marzo del 2001 tenía una audiencia en la que le darían su sentencia; sin embargo, no llegó ya que se había fugado de suelo norteamericano.
Trascendió que McPherson era presidente y copropietario de la empresa de telemercadeo Continental Wireless Cable Inc., la cual evadió sus responsabilidades tributarias por las ganancias obtenidas, lo que generó una pérdida fiscal de más de $1 millón (unos 670 millones de colones) para el Servicio de Impuestos Internos.
Trató de burlar a justicia tica
El 9 de marzo anterior, la Policía de Migración lo detuvo en un control de carretera en Carara. Allí el hombre dijo que se llamaba James Raymond y que era de Canadá; sin embargo, cuando los oficiales aplicaron la biometría (análisis de los rasgos de la cara y otros), determinaron que se trataba de un fugitivo de la justicia norteamericana.
Y este miércoles 4 de mayo, la justicia de Portland, en Oregón, informó mediante un comunicado, que el estadounidense ya se encuentra en su país y que lo buscaban por una estafa de bienes raíces.
Él compareció esta semana ante un tribunal federal en Houston y se espera que pronto le den una sentencia.
Supuestamente, el modo de operar que tuvo desde suelo tico fue por medio de anuncios en redes sociales, llamadas y técnicas de marketing en las que, al parecer, ofrecía la venta de villas turísticas bajo el nombre Carara Parque Resort Corporation.
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“McPherson ordenó a las víctimas que transfirieran fondos de inversión a una cuenta bancaria en Oregón. Luego transfirió los fondos a Costa Rica. Entre diciembre de 2015 y agosto de 2019, se transfirieron aproximadamente 1,2 millones de dólares a la cuenta bancaria de Oregón”, según un comunicado del Departamento de Justicia.
De acuerdo con las autoridades, el norteamericano dio miles de excusas para no devolver el dinero y al parecer esa plata la utilizó para pagar varios gastos personales, incluida una hipoteca.
McPherson no tiene registros migratorios y las autoridades presumen que llegó al país evadiendo los controles de Migración, se desconoce desde cuándo estaba en suelo tico.
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Migración detiene otro gringo
La Policía de Migración detuvo este jueves, en La Sabana, a otro estadounidense, de apellidos Anders Kjar Arnbal, quien no solo estaba en condición irregular, sino que además posee una orden de captura en el estado de Mississippi por el delito de venta de éxtasis.
En Costa Rica también había cumplido una sentencia por infracción a la Ley de psicotrópicos.