Doris Ordóñez Martínez se aferra a tres recuerdos, que guarda como tesoros, para mantener viva la memoria de su esposo, el policía Janor López Muñoz, quien murió ahogado en el río Claro mientras trabajaba.

Ella le contó a La Teja que decidió dejarse el anillo de matrimonio de López, su reloj y también una pulsera que le dieron a él cuando terminó un curso de Comando Jungla, ya que esos recuerdos le permiten sentirse cerca de él.

La mujer todavía no se recupera de la dolorosa llamada que recibió el pasado 25 de diciembre en la noche, en la que unos compañeros de su esposo le dijeron que él había caído a un río y estaba desaparecido.

El uniformado, de 33 años, participaba ese día en un operativo antidrogas cuando fue arrastrado por la corriente.

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“Me tocó recibir la llamada que nunca hubiera querido recibir. Contesté el teléfono, me preguntaron si estaba sola y si estaba sentada porque tenían que darme una noticia fuerte, fue algo terrible. Esa llamada me desarmó”, contó.

“Mi esposo era un hombre increíble que siempre se entregaba por mi hijo y por mí. El día de la tragedia él me mandó una foto y me dijo que me amaba mucho, también me contó que iba para una misión, eso fue lo último que supe de él”, agregó.

Janor desapareció dentro del parque nacional Corcovado, en la península de Osa, y su cuerpo fue hallado el 26 de diciembre cerca de la desembocadura del río Claro.

“Lo sepultamos el mismo 26 de diciembre en la tarde, porque por las condiciones en las que murió no lo podíamos velar. El funeral fue en el cementerio de La Cuesta de Corredores. Ese día era nuestro aniversario de bodas porque nosotros nos casamos el 26 de diciembre del 2009.

“Mi hijo Liam ha sido mi soporte en estos días tan duros, la pérdida de mi esposo es irreparable y muy dolorosa, por dicha he tenido el apoyo de mi familia, mis hermanas no me han dejado sola ni un momento”, contó Doris.

Muchos planes

La esposa del oficial cuenta que ellos se conocieron en el año 2008 en el colegio de Ciudad Neily y que su historia de amor tuvo su mejor momento con la llegada del pequeño Liam, en agosto del 2018.

“Yo iba a estudiar y él ya era policía, llegaba a hacer operativos y nos gustamos, fuimos novios del 2008 al 2009 y nos casamos. Él siempre fue un gran esposo, respetuoso, cariñoso y entregado a su casa. Cuando le dije que estaba embarazada se volvió loco, amaba a nuestro bebé sobre todas las cosas, era el mejor papá del mundo.

“Teníamos muchos planes para el futuro, ya teníamos nuestra casita, pero él soñaba con comprar un lote en playa Blanca para hacer una casa y poder ir a pasear ahí porque amaba el mar. También quería cambiar el carro para comprarse uno mejor, pero ahora yo me lo quiero dejar porque me trae muy buenos recuerdos”, narró dolida.

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El oficial también quería comprarle una moto a su esposa para que ella pudiera movilizarse con facilidad cuando tuviera que hacer algún mandado y también quería llevar a su chiquito a un centro de estimulación temprana para que desarrollara sus destrezas.

“Janor amaba su trabajo, pero más amaba a su familia. Tenía un horario de seis por seis (trabajaba seis días y descansaba seis) y siempre estaba deseando llegar a la casa para estar con nosotros. En estos días tenía un horario especial por ser fin de año, él salía libre el 27 de diciembre e iba a pasar con nosotros el fin de año.

“Él fue oficial de la Fuerza Pública, pero ahora trabajaba en la Policía de Fronteras y tenía que viajar a San Carlos, Crucitas, la frontera sur, Corcovado, a todo lado. Él estaba muy bien preparado, tenía formación para trabajar en jungla, por eso me cuesta creer que él se cayera al río y muriera ahogado, no puedo entender qué fue lo que pasó”, expresó.

El Ministerio de Seguridad detalló que, el día de la emergencia, el uniformado participaba en un operativo antidrogas que se llevó a cabo porque recibieron la alerta de que un semisumergible, que supuestamente llevaba drogas, viajaba cerca de la costa de Corcovado; sin embargo, al revisarlo no encontraron sustancias ilegales, por lo que se cree que ya la carga había sido entregada.

Lo que se sabe del caso es que López trató de cruzar un río con todo su equipo puesto y que la corriente lo arrastró

Como sospechosos de viajar en el semisumergible, la Policía detuvo a tres colombianos, de apellidos Montaño, de 52 años; García, de 48, y Alegría, de 63.