El último año ha sido durísimo para doña Jéssica Blanco y su hija de 15 años, luego de que su esposo, Gilbert Acuña Blanco, fue asesinado cuando protegía la vida de la menor durante un asalto.
Desde el 25 de julio del 2023, ellas han clamado justicia al cielo, y aseguran que han sido escuchadas, porque el principal sospechoso de disparar contra su esposo, se encuentra descontando prisión preventiva desde enero de este año.
“Eran dos sospechosos, pero detuvieron al más importante, al que le disparó. Ya me avisaron que van a hacer una audiencia y que ahí se va definir si vamos a ir a juicio, nosotras confiamos en que todo va salir bien”, dijo la esposa.
Aunque las autoridades judiciales no dieron a conocer dicha captura, La Teja consultó a la Fiscalía, sin embargo, no han dado respuesta sobre la persona detenida y los delitos de los que lo acusan. Ni los pormenores el caso.
Blanco nos contó que todavía no han visto al presunto asesino. Ella afirma que llamó, insistentemente, al OIJ durante mucho tiempo para saber del caso y para que la justicia no se olvidará que la delincuencia le arrebató al hombre que más ha amado a ella y a su hija, al que siempre los protegía.
“Estaremos cara a cara con quién nos arrebató el amor, eso nos da mucho temor, pero también seremos muy fuertes para que se haga justicia”, dijo la esposa.
Don Gilbert fue asesinado en una calle de La Primera, en La Rita de Pococí, Limón.
Él se subió con su hija, en ese momento de 15 años, a la moto que recién había comprado; ambos se antojaron de un refresco para el almuerzo y fueron a la pulpería. Al regreso fueron interceptados por los dos ocupantes de otra moto.
“Mi hija dice que mi esposo les preguntó qué pasaba y en eso ellos sacaron el arma. Mi esposo protegió a nuestra hija, le dijo: ‘mi amor, ¡corra, corra!’, para que se metiera a una casa. A él le dispararon dos veces en las piernas y no opuso resistencia. Uno de los sospechosos tenía el arma y el otro agarró la moto, pero uno de ellos parece que se quiso ir detrás de mi hija, y en eso le pegó un balazo a mi esposo y le explotó el corazón”, relató Blanco.
Desde ese momento, la ausencia y el dolor han acompañado a madre e hija, que ahora luchan solas para poder salir adelante.
“Todavía no sabemos cuándo será el juicio, pero mi hija tuvo que declarar y se puso muy mal, pues tuvo que entrar solita aún siendo menor de edad. Cuando supimos que el sospechoso estaba detenido las dos lloramos mucho, ya que muchas veces sentíamos miedo de salir, de que esa persona todavía anduviera por ahí, sentimos más tranquilidad, a mi hija le daban muchos nervios”, manifestó.
Problemas de salud
Doña Jéssica asegura que don Gilbert y ella tenían 17 años de casados, y vivían momentos de mucha felicidad, compañía y amor, y su ausencia más la crueldad con la que fue asesinado, le han provocado severos problemas de la salud.
Primero, se le explotó el apéndice y luego le dio una peritonitis, con la que terminó en emergencias.
“Tengo dos meses de que me volvieron los ataques de epilepsia; yo los sufría cuando era jovencita, pero se me habían quitado, ahora con tanto estrés parece que eso detonó. Hay días en los que me pongo muy mal”, dijo.
Los problemas de salud también le han provocado inconvenientes para salir a trabajar, pues ella revendía cositas que compraba y el dinero con que contaba para invertir en mercadería, con tanta enfermedad se le acabó, por lo que ha estado realizando rifas para poder pagar todos los gastos que tienen.
Doña Jéssica señala que hace un gran esfuerzo para que su hija pueda seguir con sus estudios.
El pasado 25 de julio la familia realizó el rezo del aniversario de don Gilbert en casa de una hermana de él.
La esposa expresa que el mejor tesoro que le dejó el hombre a la hija ambos es haberla protegido.
“Así es, el regalo de vida de mi hija a la cual protegió hasta en su último suspiro”, dijo.
Madre e hija esperan con mucha esperanza que pronto los jueces dicten una sentencia contra la persona que les arrebató la vida del amoroso esposo y papá.