Piedades Vindas Bolaños asegura que ser bombero voluntario es una de las mejores cosas que le han pasado en la vida.
Este martes 5 de abril se celebra el día del bombero voluntario y por eso Bolaños se siente más orgulloso que nunca. El sirvió a la institución durante 55 años y aún hoy, con 82 años, sigue muy ligado al Cuerpo de Bomberos ya que participa en actividades y capacitaciones.
El socorrista dice que el llegó a la institución por casualidad, y ahí descubrió la pasión de salvar vidas.
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– ¿Cómo llegó usted a Bomberos?
Una vez me encontré a unos amigos que estaban reunidos y pregunté qué estaban haciendo y me dijeron que tenían un proyecto para abrir una estación de Bomberos en Heredia y me invitaron a que siguiera llegando.
Unos dos años después de eso, en 1959, fundamos la estación de Bomberos de Heredia. Es increíble el deseo de servir y el amor o pasión por la institución que uno desarrolla al estar ahí, es como si uno recibiera una inyección espiritual.
– ¿Qué es lo más difícil de ser un bombero?
La responsabilidad que uno tiene y la disciplina que se debe adquirir para hacer bien las cosas. Estar en Bomberos no se trata de figurar, sino de servir.
– ¿Qué emergencias lo han marcado para siempre?
Recién fundada la estación me tocó ir a apagar un incendio en u ranchito. Cuando mis compañeros y yo llegamos les preguntamos a los vecinos si había alguien en la casa, pero ellos dijeron que no; minutos después llegó una mujer y empezó a pegar gritos diciendo que el hijo de ella estaba dentro de la casita.
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De inmediato empezamos a buscarlo y lo encontré, estaba entre los escombros todo quemado, eso fue un golpe psicológico muy duro para mí, ver a un niño morir por el fuego lo marca a uno para siempre, me afectó durante mucho tiempo, pero poco a poco la preparación que uno va llevando como bombero lo va fortaleciendo para enfrentar esos casos.
– ¿Recuerda algún caso que lo haya llenado de mucha satisfacción?
Una vez, hace muchísimo años también, nos llamaron por un incendio en una casa en Heredia y cuando llegamos una chiquita estaba gritando en la calle porque los papás de ella estaban dentro de la vivienda en llamas. Yo le dije que me explicara como llegar hasta donde ellos estaban y así fue como logré sacarlos a los dos.
Hace unos años me topé a una señora en el mercado de Heredia y me dijo: yo lo conozco a usted, yo era la chiquita que tal día estaba llorando en la calle porque mis papás estaban en un casa que se estaba quemando y usted fue el que los salvó. Esos detalles lo hacen a uno no cambiarse por nadie porque uno entiende que valen la pena ciertos sacrificios.
– ¿Qué sacrificios tiene que hacer un bombero?
Muchas veces iba caminando por Heredia con mi esposa y mis hijos y de pronto se oían las sirenas de los camiones y le decía a mi esposa: agarre los chiquitos y me espera aquí o en la casa porque tengo que ir a ayudar. Ser bombero es algo de todos los días a todas horas; cuando yo iba a pasear por ejemplo, y me iba a quedar varios días a un lugar lejos de la casa lo primero que hacía era buscar la estación de bomberos y reportarme, les decía que podían contar conmigo para lo que necesitaran.
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– ¿Cuándo no estaba de bombero en qué trabajaba?
Yo siempre he trabajado la madera, y me ganaba la vida en aserraderos. Actualmente tengo un tallercito en mi casa porque desde hace diez años mi esposa fue diagnosticada con alzheimer y entonces tengo que estar cerca de ella todo el tiempo.
Mi familia siempre fue parte fundamental de mi vocación porque ellos siempre me supieron entender y me apoyaron con mi vocación.
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Este domingo Piedades fue uno delos invitados de honor en el acto de inauguración de la nueva estación de bomberos de Heredia y aseguró sentirse feliz de vestir una vez más el uniforme que tanto ama.
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Bomberos voluntarios caídos:
- Andrés Cruz Castro, quien murió el 27 de marzo de 2013 por asfixia mientras controlaba un incendio forestal en Turrubares. Él tenía todo planeado para ir a un paseo pero cuando le avisaron del incendio no dudó en cancelar sus planes y prestar servicio.
- Jorge Garita y Leonardo Calvo perdieron la vida el 4 de noviembre de 1994 en Tres Ríos, durante unas inundaciones. Fallecieron cuando intentaban sacar al dueño de una casa que se negaba a abandonarla. Calvo siempre dijo que le tenía más miedo al agua que al fuego.
- Luis Emilio Montero murió el 2 de febrero de 1957, él era bombero voluntario de la estación de Puntarenas y murió en un vuelco camino a atender una emergencia. Murió un día antes de cumplir 20 años. Era un gran nadador y como si presintiera su muerte, siempre decía que no llegaría a los 20.
- Eduardo Quirós Salas falleció el 4 de octubre de 1937. Él era voluntario en la estación de Barrio Luján. Una noche, fue a atender un despacho de incendio por La Sabana y cuando fue a sacar la capa del carro para empezar a trabajar sufrió un infarto. El se había casado con la hija de un bombero y se conocieron cuando fueron de acompañantes del novio y novia en una boda.