Las oraciones y el llanto se apoderaron de la sala 6 de los Tribunales de Justicia de Goicoechea, lugar donde a Daniel Mora Monge, de 34 años, le impusieron siete años de cárcel por la muerte de la ciclista Lucía Mata Durán, de 38.
Minutos antes de que el juez Franz Paniagua Mejía y los cojueces Alfredo Arias Calderón y Maureen Iong Ureña dieran el veredicto, la sala se comenzó a llenar de gente, la mayoría eran familiares de Mora, Mientras que afuera de los tribunales un ciclista preparaba un cartel pidiendo justicia.
Una vez adentro del lugar, los allegados de Mora oraban en silencio, una mujer sostenía una estampita del Sagrado Corazón de Jesús y durante unos minutos leyó la oración que llevaba.
Algunos se sostenían la cabeza y cerraban sus ojos, mientras que otros volvían a ver hacia el techo. Hasta ese momento se mantenían serenos, minutos después llegó Daniel en compañía de los abogados, saludó a algunos de sus conocidos y se sentó en la primera banca, como siempre lo hizo desde el primer día del debate.
En el otro extremo, en la segunda banca, permanecía pensativo don Jenaro Mata, de 83 años, papá de la ciclista.
El reloj marcaba las 2:10 p.m. y el juez Paniagua comenzó a leer la sentencia contra el acusado, en la que lo condenaron por homicidio culposo y además le ordenaron el pago de ¢117 millones: ¢77 millones por daño material y ¢40 millones por daño moral.
Luego le rechazaron la medida alterna de arresto domiciliario con brazalete.
Además, de inmediato le dictaron seis meses de prisión preventiva con el fin de mantener al imputado apegado al proceso mientras la sentencia queda en firme. En ese momento tres agentes de la Sección de Cárceles entraron a la sala para impedir que Mora se fuera.
Emociones encontradas
Al escuchar la sentencia, don Jenaro recibió un abrazo de otros deportistas que lo acompañaban y sonreía. Mientras que los familiares del sentenciado mantuvieron un semblante serio.
El juez Franz explicó que la decisión la alcanzaron por las personas que dieron los testimonios en el debate, además de las evidencias que encontró el OIJ frente al Walmart de Curridabat, la escena de la fatalidad.
“Nadie puede poner en cuestionamiento la existencia del accidente de tránsito que generó la muerte de los cuatro ciclistas. Sobre el vehículo involucrado existen una serie de elementos probatorios, en el lugar quedaron gran cantidad de partes de ese carro... además de los daños que quedaron en este”, mencionó el juez, además un agente judicial había dicho que en el vehículo quedaron tejidos y cabellos de los deportistas.
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Los defensores de Mora siempre mantuvieron la teoría de que un carro blanco fue el que atropelló a los ciclistas, pero los jueces descartaron esa versión y dijeron que en los videos sí se ve un carro Lexus blanco, pero que este pasó antes que lo hicieran los deportistas.
Los abogados también dijeron que el carro Ford Mustang no lo manejaba Daniel Mora, pero los jueces aseguraron que es claro que sí lo andaba.
“El vehículo activó los quick pass de los peajes, el celular también se activó en los lugares donde el carro fue visto, se encontró una factura dentro del automotor”, mencionó el juez.
Además, recalcaron que la zona donde ocurrió el accidente es de 40 kilómetros por hora, pero Daniel iba a más de 100 kilómetros por hora.
El debate contra Mora se inició el 6 de febrero anterior y contó con la declaración de 17 personas.
El fiscal a cargo del caso dijo en su acusación que en la madrugada del domingo 29 de enero del 2017 –día del atropello a los cuatro ciclistas– Mora Monge manejaba el carro, modelo 2015, a una velocidad de 102 kilómetros por hora.
“Es decir al doble de la velocidad permitida. Los ofendidos llevaban iluminación, las luces que se ven en los videos y algunos testigos hicieron referencia de esa luz”, dijo el juez.
Al concluir, Daniel se levantó, extendió las manos y se dejó poner las esposas por los oficiales de Cárceles.
En ese momento sus allegados lloraron al ver cuando se lo llevaban, rápidamente se alejaron de la sala.
Lucía Mata sufrió el accidente la madrugada del domingo 29 de enero del 2017, falleció el 21 de marzo de ese año en el hospital Calderón Guardia. El día del accidente también murieron sus amigos Mario Enrique Retana Pérez, Lenín Manrique Ortiz Quesada, Pablo Enrique Alcócer Alcócer, las familias de estas tres víctimas decidieron conciliar con el acusado y no fueron a juicio.