Lo que era un paseo lleno de alegría para la familia de doña Marisol Murillo se convirtió en una pesadilla cuando tuvieron que regresar sin uno de sus integrantes.
Esta familia planeó el viaje a playa Manuel Antonio y se fueron todos en una buseta que tenía don Rafael, papá de doña Marisol.
Sin embargo, como el paseo era ir y venir, cuando cayó la noche y aún no habían encontrado el cuerpo de don Alexánder López, la mayoría de ellos se tuvieron que devolver, incluida su esposa, Marisol.
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Alex se metió al mar antes de venirse para darse el último chapuzón, pero nunca salió del mar.
Ese regreso en la misma buseta, pero sabiendo que habían dejado el cuerpo de Alex en el mar fue algo terrible para todos.
"Fue algo muy duro, imagínese lo que fue saber que nos teníamos que devolver sin saber nada de él. Lo más duro fue que nosotros antes de venirnos veíamos los bracitos de él pidiendo ayuda, hasta que se dejaron de ver", contó doña Esmeralda, cuñada del fallecido.
"Vieras lo que fue regresar en ese camión sin él, todos llorando, eso fue lo más duro de todo", agregó.
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Doña Esmeralda nunca olvidará que cuando ocurrió la tragedia ya estaban alistando todo para irse, por lo que si Alex se hubiera salido un minuto antes habría evitado el triste desenlace.
Pero sin lugar a dudas, lo que está escrito nadie lo cambia porque, según contó, cuando iban de camino para la playa, el papá de ella les dijo que por qué no se quedaban en un río muy rico que vieron de camino, pero como Alexánder se estaba muriendo por ir a la playa no le hicieron caso al señor.
Una vez que ocurrió la tragedia, los únicos que se quedaron en la búsqueda del cuerpo fueron un hermano de Alexander y dos cuñados.
El cuerpo apareció tres días después, según la esposa de Alex, porque le tiraron al mar una almohada de su marido para que por favor les devolviera los restos.