Los constantes pleitos a grito pelado y las amenazas de muerte hacían pensar a los vecinos de Rita Arias Piedra que en cualquier momento iba a ocurrir lo peor, tal y como sucedió la noche de este sábado en Golfito.
Arias, de 26 años, perdió la vida luego de que su pareja sentimental, Eduardo Quintero y de 40 años, la atacara con un tubo de metal, golpeándola varias veces en la cabeza hasta que finalmente la mujer falleció fuera de su casa.
El aterrador ataque, que sucedió pasadas las 10 p. m., al parecer fue apreciado por la hija de ambos, una chiquita de cuatro años. En ese momento la pareja discutía acaloradamente dentro de la vivienda en el sector de La Amapola de La Palma de Puerto Jiménez, Golfito.
Luego de acabar con la vida de la mujer, con la cual tenía una hija de 4 años, Quintero fue a la casa de un vecino para contarle la barbaridad que había hecho.
Luego de confirmar que lo dicho por Quintero era cierto, el vecino le aconsejó que se quedara en su casa y se entregara a las autoridades. Así lo terminó haciendo.
Aconsejada
Una vecina de la pareja, quien prefirió no revelar su nombre, contó que ella en repetidas ocasiones le había recomendado a Rita que abandonara a Quintero y que se fuera con su hija para Parrita, donde vive la familia de la joven asesinada.
La mujer dijo que ella decidió meter la cuchara y darle estos consejos después de escuchar como el hombre le pasaba gritando y amenazando, pero aparentemente la joven tenía miedo de irse de ese lugar.
“Ayer yo la vi por última vez como a las cinco y media de la tarde, estaba detrás de la casa, me pareció ver que estaba como llorando, después no la vi más”, dijo la vecina.
Otra vecina del barrio, quien también prefirió no dar su nombre, dijo que a eso de las 8 p.m. ella escuchó a la pareja discutiendo y como la muchacha gritaba: “Eduardo no, Eduardo no”.
La mujer dijo que en el barrio se habla de que Quintero habría asesinado a la joven por un ataque de celos, que venía empeorando desde los últimos días ya que al hombre se le notaba más molesto y agresivo.
Pequeña testigo
Según la versión que manejan las autoridades y la dada por los mismos vecinos de La Amapola, lamentablemente al momento en que sucedieron los hechos la pequeña hija de la pareja se encontraba con ellos dentro la casa.
Cuando llegaron a la casa para detener a Quintero los oficiales también encontraron a la niña, quien estaba llorando y llamando a su mamita.
Debido a lo trágico de los hechos, los oficiales pidieron la colaboración de la Cruz Roja para llevar a la niña hasta la clínica de Puerto Jiménez.
También se realizó la respectiva coordinación con el Patronato Nacional de la Infancia (Pani) para que, de forma momentánea, se hicieran cargo de la menor, pues no tiene ningún familiar cercano en esa comunidad.
Este horroroso ataque ocurrió tan solo 7 días después de que Mariana Leiva Fernández, de 36 años, fuera asesinada por su pareja, de apellido Sequeira, quien la atacó con un cuchillo y después la quemó. El femicidio ocurrió en Liberia, Guanacaste.