Esteban José Campos Mora, de 34 años, es la víctima que apareció sin vida en un quiosco en el parque Nacional en el centro de San José.
Su familia aún no entiende qué fue lo que pasó y solo esperan respuestas por parte de las autoridades judiciales.
Cindy Campos, hermana mayor de Esteban, afirmó que la última vez que lo vieron con vida fue la noche del viernes 6 de setiembre anterior, cuando cenaron en casa de sus papás, en barrio México, y luego cada uno se fue a descansar.
El sábado les extrañó ver el celular y otras pertenencias en la casa, pero la duda no avanzó. Sin embargo, no vieron la bicimoto con la que siempre andaba y creyeron que solo había salido en carrera; pero para el amanecer del domingo sí se alarmaron al notar que las pertenencias seguían en el mismo lugar.
“La última vez que lo vimos fue el viernes, estaba compartiendo aquí con nosotros después del trabajo. Somos seis hermanos, y yo soy la mayor y él es quien me sigue. Nos reunimos y cenamos, luego él salió con su grupo de amigos y regresó, ya después de ahí no sabemos qué pasó, la verdad, porque todos nos acostamos a dormir. Parece que él salió un momentito, porque iba en pijamas y chancletas, tal vez alguien lo llamó.
“Dejó todas las pertenencias en casa. El domingo nos pareció raro no verlo, porque sino me equivoco entraba a trabajar a las once de la mañana, y él no acostumbraba a desaparecer”, recordó Cindy.
La hermana acudió a las redes sociales pidiendo ayuda para dar con su ser querido. Esperaba que Esteban se manifestara y más bien la regañara por estar buscándolo; no obstante, se desencadenó la respuesta que ella nunca hubiera deseado.
“Mi intención era que él me llamara y me pidiera que borrara eso, muchas personas compartieron la publicación y se los agradezco. Me escribieron desconocidos; entre ellos, una persona como a las siete de la noche del domingo, y me dijo que me iba a mandar una imagen, que si yo era la hermana. Luego me preguntó que si mi hermano tenía un tatuaje en el brazo izquierdo y una pijama de stitch (dibujo animado) y fue cuando me mandó una fotografía tirado en el suelo ya fallecido. Ahí empezó el caos porque no esperábamos esa situación”, detalló la hermana.
Otra persona también les avisó que Esteban estaba en la morgue de Heredia, pero tampoco tienen idea de quién fue.
Desconcertados la familia se fue de inmediato para el Complejo de Ciencias Forenses en San Joaquín de Heredia; sin embargo, no los dejaron entrar para reconocer el cuerpo.
No tuvieron descanso y el lunes 9 de setiembre regresaron a las 7 a.m., pero fue hasta las 4 p.m. que los dejaron ingresar a reconocer a su ser querido. En ese momento sintieron que el mundo se les vino encima porque, en efecto, se trataba de Esteban.
“Uno guardaba la fe que no fuera él; lastimosamente sí era. A nosotros nos dijeron que a él lo encontraron fallecido el sábado a las cinco de la mañana, tan solo horas después de que lo vimos por última vez”, expresó Cindy.
Al parecer, el joven tenía golpes en la cabeza; no obstante, aún no tienen claro la causa de muerte y están a la espera de la investigación final de las autoridades.
Los agentes de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios (Siori) del OIJ levantaron el cuerpo y son quienes, en primera instancia, llevan la investigación.
Esteban tenía una bicimoto y esta no aparece, para la familia lo material ya no les interesa, pero quieren respuestas de lo que le pudo haber pasado a su pariente.
“Él tenía una bicimoto, pensamos que tal vez se la querían robar”, menciona la hermana.
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La familia menciona que el muchacho amaba a sus sobrinos y siempre fue de estar con la familia, tenía amigos a los que también les dedicaba tiempo.
Si usted tiene información de lo que le pasó a Esteban no dude en llamar a la línea confidencial 800 8000 645 del OIJ.