Don Jenaro Mata, de 83 años, dio una pelea incansable desde el 29 de enero enero del 2017 hasta este martes 26 de febrero, día que logró que se hiciera justicia por el atropello y la muerte de su hija, la ciclista Lucía Mata Durán, de 38.
Durante este pulso lo acompañó su esposa Clara Durán, de 77 años, quien solo asistió una vez al juicio por este caso dado que no soportaba el dolor de revivir la tragedia.
“Mi hija nunca se va a olvidar y estamos aquí por ella. Él ya hizo la torta y no hay remedio, creo que está bien la sentencia”, expresó este padre luego de escuchar que los jueces de Goicoechea le impusieron al acusado Daniel Mora Monge siete años de cárcel.
Don Jenaro recordó que fue el único que no quiso conciliar porque quería justicia por Lucía, por esta razón el lunes 4 de febrero anterior no torció el brazo y mantuvo su posición, pese a que el acusado ofreció no ir a juicio a cambio de una cantidad de plata cuya cifra no trascendió. Los familiares de las otras tres víctimas sí prefirieron conciliar.
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Este papá la llamaba de cariño “Tesorito” y guarda con amor un mechón del pelo de ella, la bici que quedó muy golpeada por el accidente y además el último par de zapatos que su hija le dio de regalo de Navidad en el 2016.
“Lo hice (no conciliar) por los otros ciclistas, para que haya respeto por ellos y anden seguros en la calle”, mencionó don Jenaro.
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Este padre, junto con otros ciclistas que lo acompañaban, aplaudió la decisión en las afueras de los Tribunales luego de terminar el debate. Él le dijo a los conductores que esta condena marca un antes y después, por lo que ahora deben andar con precaución cuando vean a un ciclista.
Don Jenaro dio su declaración ante los jueces el viernes 8 de febrero anterior, luego dijo que perdonaba al responsable de quitarle a su hija, doña Clara también lo perdonó y ambos decidieran que fueran los jueces quienes hicieran justicia.
El señor no ha dejado de visitar la tumba de su hija y su último deseo es que lo entierren con el mechón de pelo de su “tesorito”. Agregó que Lucía era todo para ellos. “Era la consentida de la casa, nos hacía todas las vueltas, nos traía las medicinas, porque a uno viejo le cuesta todo eso”, comentó.
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También aseguró que guarda todas las pertenecías de su hija. “Las fotos y todo lo que ella dejó está bien guardadito, mientras nosotros vivamos todo estará guardado”, mencionó.
Lucía sufrió el accidente la madrugada del domingo 29 de enero del 2017, luchó por su vida hasta el 21 de marzo de ese año que falleció en el hospital Calderón Guardia.
El día del accidente ella iba junto a sus amigos Lenin Ortiz Quesada, Mario Enrique Retana Pérez y Pablo Enrique Alcócer Alcócer, quienes murieron en el lugar del accidente frente al Walmart de Curridabat.