Las armas AR-15 se han convertido en las favoritas de los grupos criminales, poco a poco van desbancando los fusiles de asalto AK-47, y la razón es que las están fabricando en el país a bajo costo.
El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, confirmó durante una entrevista con La Teja que esta situación se viene dando desde hace dos o tres años con ayuda de impresoras 3D, obviamente de manera ilegal.
“La munición de la AK-47 no se consigue en Costa Rica de manera legal. Habría que conseguirla de manera ilegal. Y también ya hay una transición hacia otro tipo de armas, no necesariamente la AK-47. Por un lado, la AR-15 se puede fabricar, en alguna medida importante aquí en Costa Rica, a un costo mucho más barato”, explicó don Randall.
Además, la munición de la AR-15 se puede usar para esa y otro tipo de armas.
Los materiales que se usan para la fabricación de ese armamento son muy resistentes, soportan las detonaciones de alto calibre.
El jefe policial explicó que los grupos criminales se encargan de fabricar la carcasa y lo que hacen es importar las partes más sensibles como el resorte, algunos tornillos y el gatillo, que son los ensambles más especializados, esos sí deben conseguirlos.
“Es que son impresoras de 3D que ahorita permiten esa impresión a una precisión bastante importante”, detalló Zúñiga.
Don Randall contó que incluso una vez le encontraron a un indigente un arma AR-15 en un saco, por lo que esto permite ver lo sencillo que es obtener un arma de ese tipo.
Las autoridades tienen varias investigaciones relacionadas con la fabricación de armas; sin embargo, el jefe policial no dio detalles sobre decomisos o personas detenidas.
El director del OIJ asegura que es urgente hacer cambios para que las personas que tengan registradas armas de ese tipo, sean las únicas que pueden comprar esas partes.
Al final, estas armas de bajo costo permiten a los delincuentes cumplir con su cometido enfrentar a otros grupos.
La fabricación de armas con impresoras 3D ya es una preocupación en los Estados Unidos y España. En algunos países las autoridades han decomisado armas que están 100 por ciento fabricadas con impresoras 3D, estas pueden hacer desde una pistola semiautomática hasta una ametralladora automática
Uno de los principales problemas es que son casi que imposibles de rastrear por lo que también las llaman “armas fantasmas”, pues no tiene número de serie ni nada que identifique a su dueño. Además, son fáciles de adquirir por los montos en que las venden.
Pistoleros inexpertos
Don Randall explicó que para manejar un arma AR-15 de las que ahora usa el OIJ se necesitan dos semanas de intensa capacitación para poder dispararlas. Sin embargo, las bandas han optado por buscar jóvenes para reclutarlos y que las usen, ya que sus miembros están detenidos y descontando penas en prisión.
Esas situaciones incluso provocan que se den víctimas colaterales en algunos casos, pues los sospechosos disparan a lo loco, sin tener control de las armas.
Los agentes del OIJ años atrás no usaban AR-15, pero desde que se dio un atentado contra una casa en Limón, en que llegó un grupo de 15 personas con este tipo de armamento para disparar contra la banda rival, se logró dotar a la institución y además capacitarlos.