La muerte del oficial Jeiner Gómez Guzmán, de 41 años, a manos de dos delincuentes ha dejado mucha indignación, y también deja en evidencia que los jóvenes siguen siendo presa de los grupos criminales.
Uno de los sospechosos de disparar es un joven de 17 años, a quien le dictaron tres meses de prisión preventiva, mientras que Chavarría, de 21 años, era el conductor de la moto.
Consultado sobre el tema de los jóvenes y menores de edad que se ligan a grupos criminales, Randall Zúñiga, director del OIJ, aseguró que esta es una constante que se viene dando y repitiendo, pues muchos son jóvenes con pocas oportunidades, que se ven acechados por la necesidad que tienen los delincuentes de “mano de obra”.
Zúñiga afirmó que para los criminales es fácil manipular a los jóvenes, quienes son reclutados en momentos de sus vidas en los que empiezan a descubrirse y no saben qué hacer, una situación que es cada vez más común.
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“La vida de un criminal joven es corta; la carrera delictiva es de dos a tres años dentro de los grupos criminales”, dijo.
Los expertos han señalado que los menores se ven involucrados en estas agrupaciones por las bajas penas a las que se exponen.
Los castigos, en el caso de los menores de edad, van de cinco años a 20 máximo.
Se recupera
En el ataque a balazos que sufrió Gómez también resulto herido su compañero Henry Bustos, el agente de la Interpol - OIJ quien recibió dos balazos, uno de ellos en su cabeza.
La Teja supo este sábado que él sigue recuperándose,
Los sospechosos les dispararon mientras ellos estaban en un vigilancia la noche del miércoles en Tirrases de Curridabat. Los jóvenes iban en una moto y los investigadores estaban dentro de un carro.
Gómez falleció en el sitio.