Cualquiera pensaría que un reo que se fugó de la cárcel haría todo lo posible por permanecer bien escondido, pero este no fue el caso de Kevin Alberto Porras Calderón, quien prefirió aprovechar su “libertad” dentro un bar.
Esta decisión de ir por unos tapis fue la que terminó por embarcar al reo, ya que finalmente fue detenido por las autoridades.
La captura del vivazo, de 23 años, fue confirmada este lunes por el Ministerio de Justicia, el cual detalló que Porras fue detenido a las 11:50 de la noche del domingo.
“Oficiales del Grupo de Apoyo Operacional (GAO), del Ministerio de Seguridad Pública, detuvieron en un bar de Hatillo, San José, a Kevin Alberto Porras Calderón”, informó la oficina de prensa de Justicia.
El Ministerio de Justicia indicó que el reo fue llevado de regresó a la cárcel Jorge DeBravo, en Agua Caliente de Cartago, sin embargo, están valorando si lo mantienen en ese centro penal o si lo llevan a otro.
La fuga de Porras se dio a conocer la mañana del domingo 26 de enero, cuando los oficiales del centro penal realizaron un conteo y descubrieron que el bicho no estaba.
El maleante escapó al arrancar una lámina de cielorraso de la sala en la que se encontraba y luego usó un alicate y un destornillador para hacer un boquete en la malla perimetral.
Porras se encontraba en una sala especial llamada locutorio (donde los reos reciben visitas técnicas) pues trascendió que un grupo de reos querían vapulearlo. Las autoridades tuvieron que meterlo ahí porque las celdas individuales estaban llenas.
En cuanto a la investigación que se abrió para determinar si algún funcionario penal ayudó a Porras, el Ministerio de Justicia indicó aún no tienen a ningún sospechoso, pero destacaron que el proceso no ha terminado.