La Policía Judicial detuvo a Marco Delgado, entrenador de la boxeadora costarricense Yokasta Valle por presuntos delitos sexuales contra menores de edad.

La captura ocurrió la mañana de este jueves 23 de setiembre en un gimnasio en Escazú.

El Ministerio Público confirmó que Delgado seguía en celdas judiciales la tarde de este jueves, pero especificó que no daría más detalles porque se encuentra en una etapa que es privada y así lo establece el artículo 295 del Código Penal.

Trascendió que la denuncia la interpusieron en este año, no obstante, se desconoce en cuáles sitios habrían ocurrido los supuestos abusos.

Mario Vega, mánager de Yokasta y quien también trabaja con Delgado, dijo por medio de un corto comunicado de prensa que esperan que la situación se aclare lo antes posible.

“Ante la investigación judicial que se le realiza a nuestro entrenador Marco Delgado queremos expresar que estamos muy dolidos por esta lamentable situación y apoyamos a nuestro amigo y entrenador Marco Delgado, pero somos muy conscientes y respetuosos de la ley de nuestro país, confiamos plenamente en nuestras autoridades y esperamos que este tema se esclarezca de la mejor forma posible”, señala el comunicado.

Amante del boxeo desde adolescente

Marco Delgado estuvo como invitado en el programa VIS10N, en enero del 2020, y ahí contó que una parte de su vida la vivió en las calles, luego se fue para Panamá, donde desarrolló parte de su carrera de boxeo y luego regresó al país.

“Fui un chico de una familia en la que económicamente vivían muy bien, pero no compartían lo que era el deporte, en mi casa no cabía el boxeo... antes el boxeo era de los que estábamos locos, éramos maleantes o chicos de la calle, entonces ese era el criterio de dónde venía el boxeo, entonces en mi casa no iban a permitir que estuviera en el boxeo.

“Esto me hizo quedarme en mi casa estudiando o coger la calle y seguir boxeando, entonces me fui para la calle y anduve deambulando por todo San José, de hecho, lo conozco al dedillo, La Sabana fue mi hogar, viví año y medio debajo de las canchas de béisbol, pero me cansé de los dirigentes del boxeo de este país y de andar vagando en la calle, porque era poner a mi familia por mal”, dijo en el programa.

Cuando se fue para Panamá tenía 14 años y dice que vendió unas botas para comprar el tiquete del bus.

Estando en el país vecino se sorprendió de ver los enormes edificios, allí durmió debajo del puente Las Américas, ahí se mantuvo un tiempo y cuando se quedó sin plata para comer, se encontró un grupo de personas que se ponían los guantes en la calle.

“Leí que pagaban un dólar al que ganaba, comencé a ver todo y dije ‘ahí está la comida mía’, entonces llegué, gané, comí y guardé platita”, recordó.

Así fue como siguió los pasos en el boxeo hasta convertirse en profesional.