Una mujer de apellidos Alzate Lozano, de 45 años, y su hijo apellidado Galviz Alzate, de 25, fueron detenidos como sospechosos de adueñarse de aproximadamente ¢15 millones, que le habrían robado a dos clientes bancarios a los que les abrieron sus carros.
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), los sospechosos usaban un aparato inhibidor que evitaba que el cierre central de los carros de las víctimas se activara junto con la alarma.
Las detenciones se llevaron a cabo la mañana de este miércoles por medio de dos allanamientos a las casas de los investigados, ubicadas en San Juan de Dios de Desamparados y Aserrí.
La Policía Judicial indicó que, por medio de la investigación, se determinó que los sospechosos habrían participado en al menos dos casos, ocurridos el 8 de julio y el 30 de setiembre de este año, en las afueras de comercios en Pérez Zeledón.
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“Se logró determinar que los sospechosos se presentaban al banco para cualquier tipo de trámite y mientras hacían la fila, marcaban a cualquier persona que retirara una alta suma de dinero, es así como avisaban al que estaba en las afueras, quien seguía a la víctima que salía del banco hasta el carro”.
El OIJ señaló que en ambos casos, las víctimas guardaron el dinero en sus vehículos y se retiraron a hacer otras diligencias, momento que era aprovechado por los sospechosos.
“En ese momento era cuando los sospechosos activaban una especie de inhibidor para desbloquear el cierre central del carro y luego ingresan al mismo para sacar el dinero y se daban a la fuga”, explicó la Policía Judicial.