“Quedamos sin una gota de agua, después del terremoto fue una sed tan tremenda, seguro nos quedó por el gran impacto, el susto.
"Lo que había en los ríos o en las fuentes de agua era puro barro, no se podía tomar, siempre da mucha sed y pocos almacenan agua”.
Así lo describe Carlos Chaves, sobreviviente del terremoto de Cinchona que ocurrió hace 10 años.
Chaves junto a su esposa, Flor Álvarez Sánchez, concuerdan que después del terremoto tienen presente muchas por si vuelve a temblar, entre esos tener líquidos y un lugar seguro donde evacuar.
“En un terremoto casi nadie queda de pie, todos quedamos en el suelo, si logramos salir de las casas es importante buscar un sitio en donde refugiarnos para evitar que nos caiga algo encima”, dijo Chaves.
El matrimonio está al tanto del simulacro nacional que será el próximo lunes 19 de agosto, a las 10 de la mañana, y en el que se espera la participación de todas las familias del país, así como instituciones y empresas privadas.
"Un simulacro nos puede ayudar porque nos recuerda que una situación así puede ocurrir en cualquier momento; sin embargo hay que tener presente que al momento de la verdad nos enfrentaremos a una realidad y cuesta pensar en frío”, agregó Chaves.
Los esposos concluyen que lo mejor es tener un botiquín listo y comida enlata, así como agua.