EscucharEste viernes 24 de diciembre tiene un significado muy diferente y duro para los miembros del Ministerio de Seguridad Pública, ya que en lugar de festejar, tuvieron que sepultar a un oficial que murió al enfrentarse a unos delincuentes.
Se trata de Juan Rodolfo Chavarría Paniagua, de 61 años, quien murió la noche del miércoles por un balazo en la cabeza mientras atendía un asalto en un comercio de Santa Bárbara de Heredia.
Cientos de personas, entre familiares y conocidos del valiente policía, se reunieron y a las 10 de la mañana participaron de la misa de despedida en la iglesia de Carrizal de Alajuela. Luego de eso acompañaron el cuerpo hasta el cementerio local.
Daniel Calderón, director de la Fuerza Pública, dijo que aunque están muy dolidos por la pérdida, se sienten muy orgullosos de la valentía que demostró Juan Rodolfo hasta el último momento.
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“Por supuesto que es un momento muy doloroso para la familia y para toda la Fuerza Pública, pero al mismo tiempo estamos muy orgullosos de lo que hizo, porque al final esas acciones que guiaron al oficial Chavarría a actuar de la forma en la que lo hizo y a enfrentarse a esos delincuentes, son una muestra de los valores y principios que guían el accionar de todo funcionario de la Fuerza Pública, es una excelente muestra de lo que significa vestir este uniforme, de lo que representa una vida de servicio. No vamos a permitir que el recuerdo de Chavarría, que se convirtió en un héroe de la patria, quede en el olvido”, manifestó el jefe policial.
El uniformado amaba su profesión, pero también añoraba su pensión, la cual llegaría en solo un año. Soñaba con ponerse una panadería y dedicarle más tiempo a su esposa, hijos y nietos pues, como muchos buenos policías, se había perdido fechas especiales de su familia, horas de comida y le tocó llevar horas de sol y de lluvia por atender la seguridad de desconocidos.
