Sucesos

Depredadores sexuales fingen ser atractivos para seducir a menores en redes sociales

Los enfermazos se exponen de uno a cuatro años de cárcel

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Los depredadores sexuales se valen de imágenes de otros menores con una apariencia física atractiva para seducir de manera virtual a niños y adolescentes.

Con estas fotos falsas logran llamar la atención de sus víctimas, incluso utilizan los mismos dichos y maneras de expresarse de los menores y utilizan emoticones para fingir que la comunicación es entre semejantes.

Estos enfermos usan las redes sociales y los videojuegos en línea para acercarse a los niños y muchachos.

Así lo explicó Óscar Zamora, investigador de delitos sexuales del OIJ, quien les recomienda a los padres de familia o encargados para que estén ojo al Cristo de con quiénes y sobre qué hablan los más pequeños de la familia.

“El delito se basa en una conducta para generar confianza con un menor de edad y tener un beneficio de índole sexual”, dijo Zamora.

Acoso a menores por redes sociales. Foto ilustrativa de Shutterstock

“Para nosotros un menor de edad no tiene por qué tener una clave y menos que el padre no sepa qué está pasando en ese celular o computadora”, agregó Zamora.

Además mencionó que hay aplicaciones en los celus que son de control y permiten que el papá verifique qué están haciendo los hijos y hasta darle un límite de uso de Internet.

Aseguran que muchos de los casos no se llegan a denunciar porque a los menores les da vergüenza hablar o denunciar que fueron acosados o amenazados sexualmente.

¿Cómo actúan?

“El agresor hace un estudio previo de la víctima, busca por medio de los perfiles de redes sociales qué música le gusta, qué deporte practica, sus pasatiempos; incluso hacen un estudio de la familia y amigos por medio de las fotos y los comentarios", dijo Zamora.

Luego mandan una invitación a la red social o un mensaje privado para tener el primer acercamiento, usando los datos que el mismo menor tenía de manera pública por Internet para ganarse su confianza.

“Al establecer la confianza se empieza a extender la comunicación y se hace más intensa hasta llevarlo a un plano más íntimo, con conversaciones de índole sexual, les preguntan si han tenido relaciones sexuales y además les piden audios, fotografías e incluso hasta videos”, explicó el investigador.

Luego el depredador les pide imágenes desnudos o de cualquier índole sexual.

“En el momento que obtiene una imagen esa persona ya tiene el control del menor y va a seguir sobre esa persona. Si este se niega a dar más imágenes, comienza el chantaje, por lo que los menores tienen un conflicto mental y se ven atrapados por estas personas”, expresó.

Penas

El artículo 176 bis del Código Penal, castiga de uno a tres años, a las personas que cometan estos delitos.

La sentencia se agrava cuando buscan un encuentro físico con la víctima, ya que la pena es de dos a cuatro años de prisión.

Este delito ocurre con personas menores de 15 años o incapaces, además esta ligado a tenencia y difusión de pornografía infantil, pues si se comparte alguna de estas imágenes el delito pasa de ser una seducción a difusión de pornografía infantil.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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