La empresa Meco, investigada por el caso Cochinilla, tiene un código de ética en el que se le exige a los empleados no dar sobornos ni cometer hechos de corrupción.
Pero como lo justo es lo correcto, hablamos con Demasiado Honesto, personaje de la Media Docena, para que nos ayude a entender cómo es que tres empleados y el dueño de una constructora --que tiene un manual de ética-- terminan como sospechosos .por aparente corrupción.
“Vea, yo siempre digo que lo justo es lo correcto y yo lo único que le puedo decir es que a toda la gente de Costa Rica que conozco, nunca leen el manual de las cosas; una vez a mí me dieron un tele y estuve dándole y dándole a los botones hasta que pude usarlo, entonces posiblemente eso les pasó a los de Meco, nunca leyeron el manual de ética”, explicó el personaje, interpretado por el actor Daniel Moreno.
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Fiel a su estilo, el personaje no se guardó nada, pues esa revelación le causó cierta molestia y con la honestidad que lo caracteriza, dijo que para algunas cosas las personas nunca van a necesitar un manual o un código.
“Y es que, ¡oh empleados de constructora que no leen el manual, pero que sí les gusta la carne asada!, que son todos unos... ¡son todos iguales, son todos iguales!”, manifestó.
Código muy claro
El mencionado código de ética de Meco consta de 21 páginas y se puede encontrar en su página web.
En él se explica cómo debe ser la relación de los empleados de la empresa con el Gobierno y sus clientes para evitar conflictos de interés y posibles hechos de corrupción, entre otras cosas.
Pese a la existencia de ese documento, Carlos Cerdas, dueño de Meco; Abel González Carballo, gerente de Operaciones; Alejandro Bolaños Salazar, gerente comercial y representante legal y a Alejandra Bonilla Guillén, gerente financiera, están siendo investigados por la Fiscalía por supuestos actos de corrupción.
Actualmente los cuatro están libres, pero con medidas cautelares. Cerdas salió de las celdas el pasado lunes 28 de junio tras pagar una fianza de $5 millones (unos 3 mil millones de colones).
Volviendo al manual de ética, uno de los apartados se denomina “Anticorrupción” y este dice: “todo sujeto al código debe estar comprometido a combatir cualquier actividad que sea sinónimo de soborno, corrupción, colusión o generar cualquier actividad que implique pagos de dinero o en especie, ventajas, privilegios o atenciones excesivas, directamente o por medio de terceros con el objetivo de obtener una ventaja de negocios o una decisión que no se hubiera dado si no fuera por el pago realizado”.
Según el expediente judicial del caso Cochinilla, los empleados de Meco investigados habrían, aparentemente, incumplido lo que dice el código de ética en varias ocasiones.
“Entre los meses de noviembre y diciembre del 2019, el investigado Tobías Arce Alpízar (supuesto intermediario entre constructoras y el Conavi), previo convenio y autorización de Abel González Carballo (Meco), prometió la entrega de una dádiva de ¢250 mil en favor del funcionario Hugo Zúñiga Fallas, el cual labora en el Departamento de Conservación de Vías y Puentes del CONAVI. Quien aceptó la promesa para hacer un acto contrario a sus deberes, sea interesarse en la formulación y emisión de un informe u órdenes de modificación que requería la empresa MECO, con relación a obras de infraestructura en la zona de San Carlos”, dice el expediente.
Agilizar trámites
Dentro del código de ética también destaca el apartado de “Sobornos y pagos indebidos”, el cual señala que nadie deberá hacer pago alguno a un tercero o a un funcionario para inducirlo a cometer un delito, mucho menos para la agilización de trámites.
De nuevo, el expediente del caso nos ejemplifica otra aparente falla a ese capítulo del código.
“En el desarrollo de esta actividad delictiva, resaltan los roles del investigado Tobías Arce Alpízar, quien para llevar a cabo estas acciones ilícitas en su función de intermediario entre Meco y el Conavi, es remunerado constantemente por la constructora, con aprobación directa del dueño Carlos Cerdas Araya e inmediación de su subalterno Alejandro Bolaños Salazar, quienes a través de este materializan la obtención de los beneficios indebidos para la empresa”, se lee en el expediente.
Dar el ejemplo
Alexander Aguilar, consultor en Recursos Humanos, explicó la importancia de que los altos mandos de una empresa prediquen con el ejemplo.
“Aquí afecta un tema muy grande, que es la ausencia de liderazgos, podemos hablar de la estructura organizacional donde encontramos jefes, gerentes, directores, entre otros, pero muchos de esos rangos no han premiado la parte de liderazgo, es decir, entenderlo como la parte de servicio, como de generar estados saludables de influencia, de defender los valores de la organización”, considera Aguilar.
El experto agregó que cuando hay incongruencia entre los valores que se solicitan y los actos que realizan altos funcionarios, se crea una desconexión con el demás personal.
“Esos valores muchas veces fueron puestos ahí por las estructuras jerárquicas, pero estas al no tener un rasgo de liderazgo, pues simplemente los demás colaboradores ven esos valores como parte del paisaje, ellos no los aplican porque sus jefes no los viven”.