Ninguna autoridad policial del país puede capturar a alguien a menos que cuente con el visto bueno de algún funcionario de la Fiscalía.
Esa noticia la dio a conocer el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Wálter Espinoza, a las 11:44 a.m. de este martes mediante un comunicado oficial.
Agregó que la decisión la conocieron por una circular que les llegó el viernes 5 de agosto por parte de la Fiscalía General. Él la calificó como una limitante y que afecta las posibilidades operativas del OIJ.
“También extiende sus nefastos efectos a la actividad que desarrollan eventualmente otros cuerpos de Policía, y nos referimos a la Policía de Control de Drogas (PCD), Policía de Migración y a la Fuerza Pública, esto es así porque de alguna manera el contenido de la circular elimina la posibilidad que de manera autónoma y en el ejercicio de las funciones que nos confiere la Ley Orgánica del OIJ, nosotros podamos detener a personas que estén eventualmente involucradas con un hecho delictivo.
“Esto es así porque la Fiscalía General supedita la posibilidad de detención o aprehensión a que exista una manifestación escrita por parte de un funcionario del Ministerio Público”, explicó Espinoza.
El director comenta que los delincuentes no piden permiso para actuar, entonces no se explica cómo hará la Fiscalía para emitir esas órdenes de captura.
“En primer lugar, hay que reconocer que la delincuencia no tiene horario y se manifiesta sin aviso previo a las autoridades y, precisamente por esta circunstancia, es sumamente difícil que nosotros podamos prever cuándo se va a dar un hecho criminal y las acciones de detención deben efectuarse con el ánimo de cumplir con la ley y además de trasladar seguridad a la población”, mencionó.
Esta situación mantiene en alerta a las demás autoridades policiales quienes también ven su trabajo limitado. En los allanamientos sí deben de estar presentes los fiscales e incluso un juez, pero los demás policías, en el día a día, detienen a los sospechosos cuando se dan los hechos.