El que no trascendieran las condiciones del lugar y el punto exacto en el que fue hallado un niño costarricense de 6 años en el desierto de Arizona, frontera de México y Estados Unidos, es una de las principales observaciones del abogado Sebastián Mesén para calificar como débil la investigación de la Fiscalía por este caso.
Mesén es el defensor del sacerdote de apellidos Brenes Villalobos y en sus conclusiones pidió la absolutoria del cura, quien enfrenta un juicio por los delitos de tráfico ilícito de migrantes, en la modalidad de tráfico de nacionales y abandono de incapaz.
El defensor afirmó que la única intención del sacerdote fue ayudar en la reunificación familiar.
“El padre lo que hizo fue ayudar a su cuñada a reunirse con su hijo”, expresó.
Argumentó que durante el juicio lo que se vio fue el drama que viven las familias migrantes, esto porque la mamá tenía visa de turista y vivía de manera irregular en Estados Unidos junto a otras dos hijas, pero no pudo llevarse a su hijo, porque a él le rechazaron la visa.
“Esta era la única manera viable de reunir al niño con su madre”, manifestó Mesén.
Afirmó que el niño no fue abandonado a su suerte debido a que el sacerdote siempre lo estuvo viendo a treinta metros de distancia y esperó que una patrulla lo encontrara para que así lo llevaran con su madre.
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El niño costarricense fue hallado solo en el desierto de Arizona, Estados Unidos, al norte de la frontera con México, el 21 de junio de 2018; tres días después de que la patrulla policial lo encontró el niño fue llevado con su madre y en la actualidad están juntos en Estados Unidos.