Ivannia Rugama fue testigo del trágico choque entre dos motos que le costó la vida a su cuñado Víctor Flores Romero, de 21 años, a la novia de este, Heidi Navarro Alvarado, de 17, y a la bebita de ambos, Valentina, de 6 meses. Los tres viajaban en una moto.
Rugama iba detrás de la familia en una tercera motocicleta conducida por su novio, el hermano de Víctor.
El fatal accidente ocurrió pasadas las 6:50 de la noche de este sábado, en Pital de San Carlos, específicamente en una recta con poca iluminación en la comunidad de La Legua.
Ivannia contó que Valentina, a quien su mamita llevaba en brazos, sobrevivió al choque frontal, por lo que ella hizo hasta lo imposible por salvarle la vida, lamentablemente no lo logró.
“La bebé falleció en mis brazos de camino a la clínica, la llevábamos en el primer carro que paró donde ocurrió el accidente, pero ella no aguantó más y se nos murió cuando estábamos por llegar”, recordó Ivannia.
En este hecho también perdió la vida el conductor de la otra moto involucrada, Juan Miguel Ramírez Ramírez, de 25 años, quien era un conocido de la familia, pues al igual que ellos vivía en la localidad de El Saíno de Pital. Ramírez era padre de una niña de 3 años.
Las autoridades aún no han determinado cómo ocurrió el accidente; sin embargo, no descartan que este haya sido producto del exceso de velocidad.
Además, investigan si la falta de visibilidad pudo haber afectado a los motociclistas, pues el poste con luz más cercano está a 75 metros de donde ocurrió el choque.
Por su parte, Andrea Segura, de la Policía de Tránsito, informó que Flores y Ramírez no contaban con licencia de conducir, además, señaló que ninguna de las dos motocicletas estaba con los papeles al día.
También trascendió que de todos los involucrados, solo Víctor llevaba puesto un casco de seguridad.
Regresaban a casa
Ivannia contó que el fatal accidente ocurrió cuando se dirigían hacia sus hogares, luego de haber visitado el centro de Pital, a donde fueron a comprar la comida que necesitaban para esta semana.
“Venía una moto sin luz (Ramírez) que no logró ver al muchacho que iba delante de nosotros (Flores), que era mi cuñado. Escuchamos el golpe y vimos muchas chispas, fue cuando paramos y nos asomamos.
“Estaban todos caídos, Víctor tenía el casco desbaratado y el otro (Ramírez) estaba con el rostro desfigurado, porque parece que pegó la cara contra el casco de mi cuñado. La bebé y la muchacha todavía estaban vivas, pero ella (Heidi) estaba convulsionando”, detalló Rugama.
Ivannia no lo pensó dos veces y de inmediato pidió ayuda al 9-1-1, en donde uno de los operadores le dio indicaciones para que tratara de reanimar a la bebita y a Heidi mientras esperaban que llegara una ambulancia.
“Yo y otro muchacho que estaba ahí tratamos de salvar a la bebé, le dimos primeros auxilios durante varios minutos.
“A la muchacha (Heidi) también le dimos maniobras, pero no nos permitieron tocarla mucho, nada más le dimos vuelta y le pusimos el bulto que llevaba debajo de la cabeza para que pudiera respirar”, contó Rugama.
Un conductor que llegó a la escena se ofreció para llevar a Ivannia y a la bebé a la clínica de Pital, pero la pequeña perdió la batalla en el camino, por lo que los médicos de ese centro médico la declararon fallecida.
La joven mamá fue llevada por la Cruz Roja de emergencia a la clínica de Aguas Zarcas, donde falleció pocos minutos después.
Planeaban casarse
Rugama contó que Víctor y Heidi tenían poco más de un año de ser novios, pero como era tanto el amor que se tenían a mediados del 2020 decidieron irse a vivir juntos.
“Ellos se conocieron por medio de un chat de WhatsApp de varios amigos. Se enamoraron y al poco tiempo planearon el embarazo de la bebé que tenían.
“El embarazo fue muy complicado para ellos, porque se dio en medio de toda esta situación de la pandemia, pero aún así salieron adelante”, contó.
Ivannia contó que la pareja estaba muy enamorada y que incluso ya estaban haciendo planes para casarse en poco tiempo, pero la tragedia se interpuso en su camino.
“Ella ya era una muchacha independiente, cuando se conocieron era empleada en una casa en Heredia donde también cuidaba a unos chiquitos y él estaba trabajando en una piñera de por aquí”, mencionó Ivannia.
Ayuda para el últimos adiós
Ivannia contó que las dos familias afectadas por el trágico accidente decidieron unirse para organizar un funeral y así darle el último adiós a los cuatro fallecidos.
El problema es que aún necesitan de mucha ayuda para cubrir los gastos, sobre todo para el transporte de los ataúdes hasta el cementerio de la localidad.
“Necesitamos ayuda monetaria para el costo de los traslados y todo eso, porque los ataúdes ya los tenemos, nos los donó una funeraria.
“Somos dos familias que decidimos unirnos para despedirnos de ellos, porque el otro muchacho (Ramírez) también era conocido de nosotros y merece un funeral bonito”.