La cuesta de enero obliga a que algunas personas, en la desesperación de tener platica rápido, pidan préstamos gota a gota y por eso, en los inicios de año se alborotan las denuncias por extorsión.
Así lo dieron a conocer Miguel, un investigador de secuestros del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) al que solo identificaremos por su nombre --por la naturaleza de su trabajo-- y la investigadora judicial, Jennifer Barboza.
En el año 2021, solo en San José, las extorsiones llevaron a 1.157 personas a las oficinas judiciales a denunciar, mientras que el año pasado cerró con 787 denuncias en la capital.
Jennifer explicó que el 50% de las denuncias en Chepe, el año pasado, fueron por préstamos gota a gota y la otra mitad por extorsiones simples, cobro de peaje y sextorsión.
“Los préstamos son legales, pero amenazar para cobrar una deuda no”, dijo la investigadora.
Las penas por este tipo de delitos van de cinco a 10 años de cárcel.
Dentro de este delito se da la extorsión y la coacción, las cuales explicaremos a continuación.
“Extorsión es cuando una persona, para procurar un lucro, obligue a otro con intimidación o con amenazas graves a tomar una disposición patrimonial perjudicial para sí mismo o un tercero”, explicó Barboza.
Mientras que la coacción dice que es, “cuando quien mediante amenazas graves o violencia física o morales compela (obliga) a otro a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que no está obligado (por ejemplo, que si usted no traspasa algún bien, voy a publicar todas sus fotos)”.
¿En qué consiste?
El préstamo gota a gota es cuando una persona le pide a un prestamista dinero prestado y como este no le pide papeles, ni estudio de nada, le cobra una tasa de interés muy alta.
“Le prestan ₡100 mil, pero por semana le cobran de intereses ₡50 mil, cuando la persona se empieza a atrasar, el prestamista le empieza a cobrar y eso no es ilegal, lo que sí es ilegal es cuando lo empieza a amenazar”, aclara.
La experta asegura que la gente tiene que poner atención en los intereses y en las condiciones tan altas.
“Llegan hasta a dejar el dinero a su casa, le dicen: ‘no salga, le traemos el dinero a su casa’; ellos ven el entorno, ven si hay hijos pequeños o alguien con quien después se les puede amenazar. En el noventa por ciento de los casos, el dinero lo dan en efectivo y así ellos consiguen la dirección”, explicó Barboza.
La investigadora aclara que no todas las personas que ofrecen préstamos gota a gota se ven involucradas en este tipo de delitos y que tampoco es cierto el mito de que la mayoría de prestamistas que terminan extorsionando a sus clientes sean extranjeros, pues muchos de los sospechosos denunciados son costarricenses.
Carebarrada
Barboza también reveló que muchas personas ponen denuncias por supuestas extorsiones, pero en el OIJ identifican que el supuesto afectado lo único que quiere es no pagar la deuda.
Muchas veces se dan cuenta al ver los mensajes entre la supuesta víctima y el prestamista, pues en ellos nunca encuentran ninguna amenaza, solo mensajes del prestamista pidiéndole a la persona que por favor le pague porque tiene cinco meses de no hacerlo.
Sin embargo, también se han topado con otros casos en lo que sí existen amenazas o agresiones y el afectado debe hasta ₡3 millones en intereses.
Otros tipos
El 15% de las denuncias en San José son por extorsión simple, que es cuando el sospechoso conoce a un compañero y sabe que tiene un estilo de vida acomodado, entonces el delincuente le dice: “usted va a dar “x” cantidad de millones, o le matamos a la familia”.
“No hay ninguna motivación más que lucrar”, concluye Barboza.
Otro tipo de extorsión común es el pago de peaje o tributo, que se da sobre todo en entradas a comunidades de clase media-baja, como Alajuelita.
“‘Si no paga para pasar, sabemos dónde vive usted’. Le pasa también a dueños de negocios como carnicerías, ‘si no me dan una cantidad de dinero, no trabaja’. Los sospechosos son gente de la zona, la chusma, es gente que conoce su rutina”, ejemplifica la investigadora.
El 20% de las denuncias son por el delito de sextorsión, que está muy de moda también, pues la gente entra a páginas o a chats a compartir fotos o hasta vídeos de carácter sexual o demasiado sexis. Los delincuentes se aprovechan y amenazan a la persona con compartirlas si no les dan dinero o hasta sexo.
Miguel, por su parte, explicó que en este tipo de extorsiones, el 66% de las víctimas son hombres y 34% mujeres.
¿Qué hago si me extorsionan?
-Mantener la calma
-Escuchar argumentos del extorsionador
-No entregar dinero ni pertenencias
-No encontrarse con el extorsionador
-Solicitar tiempo y llamar a la Policía