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Las autoridades judiciales están a la espera de que la Fiscalía colombiana confirme si los dos cuerpos hallados este martes en una finca del municipio de Silvania, en Cundinamarca, Colombia, son los de dos comerciantes ticos que al parecer fueron secuestrados en febrero de este año.
Según informó Wálter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), la investigación está en manos de la Policía de Colombia, por lo que a ellos solo les resta esperar información sobre el caso.
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“El tema es un poco complicado para nosotros, porque a pesar de que afecta a costarricenses, ocurre fuera de nuestro espacio geográfico de actividad, por lo que las pesquisas y las investigaciones las están llevando autoridades colombianas con las que hemos tenido un contacto constante, pero no podemos brindar datos porque desconocemos cuál es el manejo que le están dando al caso.
“Lo que si podemos confirmar es que nosotros recibimos una denuncia en febrero de este año sobre la privación de libertad de dos sujetos costarricenses (en Colombia) en la que se nos indicaba que se les estaba pidiendo un rescate económico por su liberación”, detalló el jerarca.
Los costarricenses desaparecidos son de apellidos Morales y Fernández. Los familiares de ellos les dijeron a las autoridades judiciales que los ticos secuestrados se encontraban en Colombia realizando actividades comerciales.
“Desde ese momento nosotros hemos trabajado con la Policía colombiana y lo seguimos haciendo con la Fiscalía de ese país”, aseguró Espinoza.
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“Estamos esperando declaraciones de parte de la Policía y de la Fiscalía colombiana y colaborando con ellos en la medida de lo posible”, agregó.
El jefe de la Policía Judicial dijo que los ticos secuestrados se dedican a vender ropa de cama, adornos, electrodomésticos y otras cosas para el hogar.
Las autoridades cafeteras están batallando para poder identificar los cadáveres, ya que están muy descompuestos.
