El cuerpo del capitán Florencio Vásquez Vásquez deberán recorrer 1.801 kilómetros para llegar hasta Golfito, donde sus familiares lo esperan para darle sepultura.
El señor de 68 años era el capitán del barco pesquero Bismarkpe, en el que también viajaban otros tres pescadores ticos. El viernes 16 de febrero ellos quedaron a la deriva luego de que un rayo impactó la embarcación, de inmediato pidieron ayuda, pero esta llegó muy tarde.
Don Florencio padecía de diabetes y tras 10 días en alta mar, sin alimentación ni asistencia médica, el capitán perdió todas las fuerzas y murió de un infarto.
La lamentable situación se dio a conocer este domingo a las 5 de la tarde, cuando doña Elba Carazo, esposa de Vásquez, recibió la llamada más triste de su vida. El resto de la tripulación le dio la amarga noticia mediante un teléfono satelital que llevaban.
Este mismo domingo, a las 10 de la noche, los tripulantes de un barco mercantil cargado de petróleo y de nombre Seaways Rubymar, con bandera de las Islas Marshall, se enteraron de la situación y se ofrecieron ayudar, ellos se desviaron 90 kilómetros para dar con la embarcación de los ticos.
Ellos le avisaron a los guardacostas del Ministerio de Seguridad Pública que habían rescatados a los tres sobrevivientes y al capitán sin vida.
Se espera que la madrugada de este martes lleguen a tierra, pero no será a suelo costarricense, ellos arribarán a Puerto Esmeralda, en Ecuador donde los dejarán. Después será la Cancillería que comience con el trámite para traerlos hasta Golfito.
Los guardacostas explicaron que desde el punto donde encontraron a los pescadores hasta el Puerto Esmeralda hay una distancia de 870 kilómetros, desde ese lugar ecuatoriano hasta Golfito hay 931 kilómetros, es decir, el cuerpo del capitán y los otros tres pescadores viajarán unos 1.801 kilómetros en total.
La oficina de prensa de Cancillería confirmó que coordinarán el traslado de los ticos.
Pesadilla en el mar
La pesadilla para el capitán y los pescadores sobrevivientes, Víctor Villegas Umaña, de 30 años, Jorge Fernando Chavarría Mendoza, de 63, y Audiel Rivas Bejarano, de 39, comenzó desde el viernes 9 de febrero, ese día ellos salieron y tenían planeado regresar el jueves 22 de ese mismo mes.
Sin embargo, a una semana de estar en alta mar fueron sorprendidos por un rayo que les destruyó el motor del barco, por lo que no pudieron seguir avanzando.
El capitán llamó a su esposa, doña Elba, y le dijo que por favor fuera a alertar a los guardacostas sobre lo ocurrido y que pidiera ayuda, pero la mujer asegura que en esa oportunidad no le dieron mucha pelota y se sintió impotente.
No obstante, Martín Arias Araya, director del Servicio Nacional de Guardacostas, dijo que desde ese día iniciaron un intenso proceso de coordinación con autoridades de Estados Unidos, Colombia y Panamá, con la intención de dar con la ubicación exacta del barco tico.
Teléfono satelital ayudó
Las autoridades se toparon con la limitante de que los pescadores ticos no andaban un dispositivo conocido como "radiobaliza", el cual hubiese permitido la rápida ubicación de ellos en el mar.
Por eso, para determinar el lugar tuvieron que coordinar con la Guardia Costera estadounidense y una empresa de telefonía satelital para realizar una triangulación por medio de una llamada satelital y dar con el barco costarricense.
"Este es un dispositivo transmisor de radio que permite a las autoridades conocer con exactitud la localización de un barco en alta mar, estas personas no lo andaban, pero si llevaban un teléfono satelital, que sale más caro que este instrumento", mencionó Arias.
El director de Guardacostas afirmó que es permitido navegar hasta unos 75 kilómetros de la línea costera de Costa Rica, no obstante, el barco de los ticos estaba a más de 300 kilómetros de la costa.
Barco abandonado
El barco pesquero Bismarkpe quedó abandonado en alta mar, con unas luces especiales para evitar algún accidente con otra embarcación. Este no pudo ser remolcado debido a que no le funciona nada.
Las autoridades ticas dijeron que los dueños de este barco no descartan ir a remolcarlo.
Aracelly Martínez, esposa de Audiel Rivas, contó que las familias de los pescadores se reúnen en la casa de Elba Carazo para darse apoyo entre todos y esperar noticias.
Grace Umaña, la mamá de Víctor, dijo que pasan rezando para que lleguen sanos y salvos a casa, les duele que uno de ellos no regrese con vida.